La Sierra de Valdeflores de Cáceres tiene, según la empresa Extremadura New Energy (ENE), el segundo mayor yacimiento de litio de Europa. Su intención es explotarlo mediante un proyecto de mina subterránea después de la oposición frontal que encontró en las instituciones extremeñas y gran parte de la sociedad cacereña, que no consideraban adecuada una mina a cielo abierto a 2 kilómetros del centro urbano y de la Ciudad Monumental, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1986.
Hace tan sólo unos días, la empresa promotora de la mina ha registrado en la Junta de Extremadura su proyecto subterráneo, después de considerar que, a pesar del incremento de los costes, todavía le sigue resultando rentable explotarla durante 26 años, según sus estimaciones. El objetivo, afirman es extraer dos toneladas métricas de mineral al año.
Ahora el proyecto no parece disgustar demasiado a las instituciones, incluso el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, que se opuso de manera contundente al proyecto de mina abierta, afirmando que si salía adelante él dimitiría, afirmaba hace tres días que ya veía más cosas positivas que negativas con el nuevo proyecto, aunque matizó que, si la declaración de impacto ambiental seguía siendo negativa, se seguiría oponiendo.
Además del cambio de mina a cielo abierto a una subterránea, los promotores de la mina aseguran que se creará un número importante de puestos de trabajo. Según el documento presentado “una parte de la mano de obra necesaria para el desarrollo del proyecto podrá contratarse entre los parados de Cáceres o de la comarca, lo que supondrá un incremento a corto, medio y largo plazo del nivel de empleo”.
“Se estima –añade el documento– que en la etapa de producción habrá más de 700 personas contratadas directamente; unos 1.500 contratos directos durante la etapa de construcción, y 2.100 puestos de trabajo indirectos”.
Sin embargo, la plataforma “Salvemos la Montaña” sigue oponiéndose al proyecto, ya que, consideran que seguirá perjudicando al entorno natural de la Sierra de Valdeflores y a toda la ciudad. Además, desconfían de las promesas de restauración, ya que, aseguran que “les ha costado cinco años, multas de miles de euros y varias demandas judiciales para que se decidieran a arreglar simplemente unos caminos y la vegetación que habían eliminado para poder realizar las catas de investigación”, afirma, en declaraciones a este diario, el portavoz de la plataforma, Alejandro Palomo.
¿Cómo es la mina que se proyecta?
El proyecto registrado, con 152 páginas, contempla una explotación minera bajo el método denominado de taladros largos y subniveles, de los que se extraerá el litio, y que una vez extraído serán rellenados con una mezcla de estériles obtenidos de la misma explotación y de cemento denominado pasta. “Este método presenta una estabilidad que permite que, posteriormente, se pueda acceder a las cámaras adyacentes y realizar el mismo procedimiento”.
Las cámaras contempladas en el proyecto tienen 15 metros de ancho, 40 de largo y 20 de alto, y cada nivel contará con una altura de 60 metros, divididos en 3 subniveles de 20. Hay proyectados 6 niveles divididos en 18 subniveles.
La vida de la operación minera será de 31 años, divida en tres fases, la primera de dos años, para la construcción de la planta y la puesta en marcha de todas las infraestructuras; una segunda etapa de 26 años, durante la cual se estaría extrayendo y procesando el material, y una tercera, de 3 años, que es lo que la empresa considera que tardarían en restaurar todo el entorno,
En la planta de tratamiento que se contempla en el proyecto se integrarán todos los procesos y además contaría con espacio para las instalaciones auxiliares por lo que se tratará de un edificio que, de manera compacta, combinará la actividad de procesado del mineral, así como los talleres, las oficinas y vestuarios, entre otras.
Plan de Restauración del terreno
En cuanto al Plan de Restauración, el proyecto detalla que su principal objetivo es el de garantizar la seguridad y la salud de las personas, integrando el entorno y minimizando el impacto visual de las estructuras creadas, que una vez que finalice la etapa de extracción serán derruidas, o bien utilizadas para otros fines, si el ayuntamiento estuviera interesado en que se mantuvieran.
Asimismo, contempla medidas de protección para la fauna, mayoritariamente, anfibios, reptiles, aves y pequeños mamíferos, y de la flora del entorno, entre la que predominan las encinas, los alcornoques y el matorral, mayoritariamente, de jara.
En cuanto a la fauna, el proyecto reconoce que la explotación del yacimiento de la Sierra de Valdeflores coincide con áreas designadas en los ámbitos de aplicación del Plan de Recuperación de la cigüeña negra y del Plan de conservación del hábitat del águila perdicera, y que la opciones Sur y Muesas coinciden con áreas de importancia definidas en el Plan de conservación del cernícalo primilla. No obstante, indica que el estudio detallado de la fauna atenderá a las especies amenazadas.
En relación con el consumo y la gestión del agua, aspecto en el que más incide la plataforma “Salvemos la Montaña” para oponerse a la mina, el proyecto se diseña bajo la premisa de descarga cero (compromiso de cero vertidos) y con el añadido de que “toda el agua generada dentro del proyecto será reutilizada en el mismo”.
No obstante, el proyecto registrado pone de manifiesto que será necesario abastecerse de agua externa, debido a las pérdidas que se producirán, fundamentalmente, por evaporación y perdidas de humedad en los estériles.
Así, la empresa promotora de la mina pretende aprovechar el agua de las precipitaciones directas sobre las instalaciones, que serán recogidas mediante infraestructuras de drenaje que, una vez analizada su calidad, serán utilizadas en el proceso.
La planta de tratamiento de mineral será la que mayor consumo de agua tenga, que sería cogida de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR), de la que se necesitarían bombear alrededor de 535.000 metros cúbicos, lo que supone un 7,5 por ciento de la descarga de la estación.
Se estudian tres ubicaciones, todas ellas, bajo la premisa de no afectar al Valle Valhondo; de minimizar el impacto visual y acústico; de buscar mayor distancia al casco urbano, y de hacerla en zonas ya alteradas por la actividad humana.
Las opciones son Guijarro, situada al sureste de la ubicación del yacimiento mineral, limitando por el sur con la carretera EX206 y ocupando una zona llana y prácticamente desarbolada. Otra opción es la Sur, situada al sur del Cerro del Milano, en una zona con pequeñas colinas de pendientes suaves, y la tercera, Muesas, situada al norte del Cerro del Milano, con comunicación hacia el norte con el Camino de la Sierra de Fuentes y la A-58.
El proyecto registrado en la Junta cuenta con un detallado análisis de riesgos, y con un Plan de Autoprotección y un Plan de Emergencia Interior. Entre los muchos riesgos evaluados están los de inundación, que es escaso, según la Confederación Hidrográfica del Tajo, que en un informe dictamina que no existe un riesgo potencial significativo, y el de incendios forestales que, según la empresa promotora de la mina no es demasiado importante, ya que el proyecto minero está fuera de las Zona de Alto Riesgo de incendios (ZARs) o de Protección Preferente.
Una mina con camiones eléctricos o de pila combustible
En cuanto a la sostenibilidad ambiental de la explotación minera, los promotores abogan por utilizar camiones eléctricos o de pila combustible. No en vano, recuerdan que lo que pretenden extraer es litio, “una materia prima clave para lograr la neutralidad climática, fundamental en la producción de baterías que posibiliten el cambio del modelo energético”.
El aprovechamiento del litio ha sido declarado de interés en todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Extremadura, y ha sido incluido en la lista de materias primas fundamentales para la Unión Europea en 2020.
También, el suministro eléctrico está previsto que se realice a partir de fuentes renovables, desde la propia red de distribución situada al norte del proyecto, con un blockchain de seguimiento para asegurar su origen renovable, o por conexión directa desde las instalaciones fotovoltaicas de la zona.
El horno previsto para la tostación y todas aquellas otras zonas que así lo necesiten serán alimentadas preferiblemente por hidrógeno verde y se está trabajando, según dice el documento registrado en la Junta, para incluir fuentes de generación eléctrica renovable como puede ser la instalación de un parque solar que abastezca parte de la demanda eléctrica de la instalación.
Con relación a las medidas para minimizar el polvo en suspensión, el proyecto incluye medidas que permitirán reducir notablemente la emisión de contaminantes a la atmósfera, como son el incluir la planta de proceso dentro de una estructura encapsulada, y que la ubicación de las instalaciones exteriores (planta, instalaciones de estériles y depósito de agua limpia) se localicen próximas evitando grandes recorridos durante el transporte.
No obstante, resalta el documento que el entorno no coincide territorialmente con ningún espacio natural protegido, está próximo a la Zona de Interés Regional (ZIR) Los Llanos y Sierra de Fuentes, y tampoco coincide con los espacios protegidos de la Red Natura 2000.
Plataforma Salvemos la Montaña, cinco años luchando contra la mina
Para la plataforma “Salvemos la Montaña”, que lleva cinco años luchando contra el proyecto de la mina en la Sierra de Valdeflores, en la Montaña de Cáceres, donde se erige el santuario de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Montaña, el proyecto subterráneo es “más de lo mismo” que el que se presentaba a cielo abierto, afirma Alejandro Palomo.
“El proyecto subterráneo no nos lo acabamos de creer, además con los años puede cambiar de repente igualmente. Cuando la empresa habla de una mina subterránea quiere que la gente imagine a un minero entrando por un pequeño agujerito como las minas de hace 60 años, pero ellos mismos comparan el proyecto actual con otras explotaciones que hay por el mundo, que si las estudiamos veremos que para nada es un agujerito, lo que hay son 400 hectáreas de destrucción igual que si fuera a cielo abierto”.
Con este nuevo proyecto, “la empresa australiana Infinity Lithium, que es la empresa promotora, ENE no deja de ser una empresa pantalla, como también lo fue TEL, que acumula un montón de demandadas y 30.000 euros en multa por los trabajos que iniciaron, intenta lavar la cara del proyecto anterior, pero que será igualmente de contaminante para los acuíferos, y el aire”, y “sería la única mina del mundo tan cerca de un casco urbano como el de Cáceres”.
“Cuando hablan de rellenar los orificios con los estériles procedentes de la explotación, se refieren a todos los contaminantes sobrantes de las plantas de tratamiento, donde para extraer el mineral se utilizan sustancias tan tóxicas como el ácido sulfúrico, y todo eso pretenden volver a meterlo dentro de la tierra”. La mina, añade, no sólo afectará a un kilómetro o dos, sino a muchos, porque el polvo en suspensión se desplazará con las nubes.
Moción en el ayuntamiento sobre el Decreto del Litio
Para este mismo jueves, en el pleno municipal del Ayuntamiento de Cáceres, el concejal no adscrito Teófilo Amores, que inicialmente entró en el consistorio por VOX, ha presentado una moción para que los grupos políticos se posicionen en torno al Decreto del Litio, por el que la Junta de Extremadura condiciona la autorización de las explotaciones a que la transformación de este preciado mineral e haga dentro de la comunidad autónoma.
De momento, Unidas Podemos y Cáceres Viva se han mostrado en contra del proyecto, el alcalde afirma que ya ve más claros que oscuros en el mismo, y estamos ante un año electoral, en el que, según Palomo, los partidos políticos que apoyen la mina se juegan mucho, “sólo hay que ver que somos una ciudad de 100.000 habitantes, en la que los ciudadanos se han presentado 36.000 alegaciones contra el proyecto minero”.
La plataforma va a ir “hasta donde tena que llegar, hasta el final, llevamos cinco años en los tribunales, en la calle, en la política…no vamos a parar porque esto es una locura, es increíble y no tiene ningún sentido en una ciudad Patrimonio de la Humanidad”.
El pasado sábado celebraron en el Parque de Cánovas una concentración a la que, según la plataforma, asistieron 2.500 personas, y, según la policía local, fueron 250. La disparidad en las cifras demuestra, según Palomo, “que detrás hay intereses para que no se visibilice el gran apoyo social con el que contamos, sólo hay que ver las fotografías”.
“El alcalde y los políticos sabrán qué es lo que hacen, sabrán si quieren pasar a la historia como los que han destrozado una ciudad patrimonio, con una de las mejores calidades de vida del país, o no”.
Por lo pronto, la mina ya cuenta con su primera víctima política, se trata de Raquel Iglesias, que ha dimitido como candidata a la alcaldía por Extremeñistas, al abrirle el partido un expediente disciplinario por apoyar a la plataforma “Salvemos la Montaña”, en la concentración del pasado sábado, en contra del ideario de este partido que aboga por celebrar un referéndum para que sea la ciudadanía la que se pronuncie sobre la mina.
Palomo también ha dejado entrever que podría haber alguna ilegalidad en el decreto aprobado por la Junta, “están intentando cambiar las reglas del juego para hacerla viable y les puede pasar como con otros proyectos que, finalmente, la justicia echa para atrás por haberse hecho en espacios protegidos, como han sido algunas plantas fotovoltaicas”.
“La ciudad está muy enfadada, nunca se ha conseguido una movilización así en Cáceres, esto no es cosa de propietarios de chalés en la Montaña, ni de sus familiares y amigos, esa es la visión que está intentando difundir la empresa promotora, que tiene comprados a los medios de comunicación, quieren comprar incluso al equipo de baloncesto de la ciudad, cosas que estas empresas hacen en otros países y les funciona”.
La mayoría de los que apoyan la mina dijo, “están desinformados o engañados, claro que la empresa minera se está gastando miles y miles y miles de euros en promocionar sus mentiras por todos los medios de comunicación, ocultando la toxicidad de las plantas de tratamiento, la falla que hay debajo y los hundimientos que puede haber en Cáceres, además de la afectación del agua del acuífero del calerizo”.
La plataforma asegura que seguirá luchando hasta el final, de hecho, su próxima cita estará en el pleno del ayuntamiento de este jueves, para protestar contra la mina y el decreto aprobado por la Junta de Extremadura.