El Supremo confirma la condena de 20 años de cárcel al acusado de matar a golpes a su inquilina en Zafra

El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 20 años de prisión fijada por la Audiencia de Badajoz y ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) para el condenado por matar a su inquilina en una finca de Zafra, hechos que tuvieron lugar el 31 de enero de 2020.

El recurso presentado defendía que no había prueba de cargo suficiente acreditativa de alevosía, circunstancia que junto al ensañamiento dio lugar a la calificación de los hechos enjuiciados como un delito de asesinato.

Sin embargo, la sentencia del alto tribunal confirma que concurre tanto el elemento objetivo como el subjetivo de alevosía, en el primer caso al acudir al lugar “armado y con el arma oculta” y en el segundo ante un acto “preparado, buscado”.

El tribunal aprecia además las agravantes de alevosía por realizarse la acción mediante un ataque súbito y de ensañamiento, pues golpeó a la víctima con un potente instrumento de hierro de forma repetida en distintas partes del cuerpo antes de que falleciera, a pesar de sus lamentos y quejas.

En el caso de ensañamiento también se recuerda que el cuerpo de la víctima “tenía unos 40 golpes, 20 aproximadamente en la cabeza”.

A su vez se desestiman las atenuantes de arrebato u obcecación y de confesión, en este último caso, entre otras cuestiones, porque la confesión “no fue completa y veraz”.

El juicio por este hecho se celebró en la primavera de 2022, tras el cual el jurado decidió declarar culpable de asesinato al procesado, motivo por el que Fiscalía y acusación particular decidieron mantener los 25 años de prisión solicitados inicialmente.

La sentencia de la Audiencia pacense fijó finalmente 20 años de cárcel para el hombre, la cual fue recurrida.

En la sentencia también se impuso el pago de una indemnización de 31.250 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima y de 18.750 euros a cada uno de los siete hermanos, así como la prohibición de acceder al tercer grado hasta que no cumpla la mitad de la condena.

Una de las jornadas clave del juicio se produjo con el análisis de la grabación de los hechos realizada por la propia víctima con su móvil, el cual reflejaba por ejemplo las súplicas que realizó en el momento de ser asesinada.