Un total de 6.952 nuevos casos de cáncer han sido diagnosticados en Extremadura el año pasado, de los que el 34 por ciento (2.365), corresponden a personas de entre 40 y 65 años, una amplia franja en edad de trabajar, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
La asociación señala que un 10 por ciento de las personas diagnosticadas en España se encuentran en situación de riesgo laboral, como desempleados o autónomos, “la cual puede verse empeorada por la repercusión de la enfermedad”.
Con motivo del Día Internacional del Trabajo, que se conmemora cada primero de mayo, la AECC, a través de su iniciativa ‘Todos Contra el Cáncer’, ha recordado la importancia de mejorar la atención de pacientes y sus familiares, no solo para cubrir sus necesidades clínicas, sino las no clínicas, y reducir así el impacto que causa a nivel laboral y económico.
En un comunicado, la asociación ha destacado la necesidad de tener en cuenta la situación de vulnerabilidad socioeconómica en el momento del diagnóstico de cáncer, ya que esta situación laboral puede empeorar después del diagnóstico al verse obligados a abandonar su trabajo, hacer un cambio en el mismo o a reducir el número de horas dedicadas a trabajar.
Así, como consecuencia del abandono de trabajo o los ajustes en el mismo por reducciones de jornada, bajas o incapacidad laboral, se produce una reducción de ingresos de los pacientes que se encuentran trabajando en el momento del diagnóstico y, por ende, una pérdida de su productividad
Una situación que, además, puede afectar a sus cuidadores más cercanos, que muchas veces se ven obligados a abandonar también su trabajo para atenderles.
Por ello, la iniciativa ‘Todos Contra el Cáncer’ promueve la implicación de las empresas en la mejora de la atención de los pacientes y sus familias, pues existen diversos mecanismos y políticas que pueden ayudar a mitigar el impacto que esta enfermedad puede tener en la persona trabajadora.