La Universidad de Extremadura ha desarrollado una serie de herramientas y procedimientos que permiten reconstruir accidentes de tráfico en tres dimensiones de una manera “ágil, rápida y precisa”.
Cuando ocurre un siniestro de tráfico una de las fases más importantes de la investigación es la captura de datos que permita reconstruir completamente el lugar del accidente. Sin embargo, en esta etapa se produce un conflicto entre el lento proceso de recopilación de información y la necesidad de restablecer la normalidad del tráfico, pues actualmente la recogida de la información se lleva a cabo mediante procedimientos manuales tradicionales, usando medidas con cintas o ruedas para realizar bocetos o fotografías.
Frente a ello, los profesores Juan Antonio Pérez, del Centro Universitario de Mérida, y Juan Ramón Morillo, de la Escuela de Ingenierías Industriales, han desarrollado una serie de herramientas y procedimientos que permiten reconstruir accidentes de tráfico “de una manera más ágil, rápida y precisa”.
Según ha explicado Pérez, son herramientas y procedimientos “altamente eficientes y económicos” en la reconstrucción de siniestros, pues aportan simplicidad en la implementación, rapidez en la captura y procesamiento de datos, además de proporcionar resultados fiables “de forma bastante económica y con un alto grado de precisión con los valores de error por debajo de 5 centímetros”.
Para ello, los autores del estudio han desarrollado una propuesta metodológica utilizando sistemas aéreos no tripulados (UAS) con fotogrametría de bajo coste y receptores del sistema global de navegación por satélite (GNSS) desarrollados en la UEx.
Estos permiten, según el profesor del Centro Universitario de Mérida, a los equipos de reconstrucción de accidentes realizar de forma rápida y eficaz las tareas de captura, medición, procesamiento y generación de modelos 3D “sin interferir excesivamente en la zona del incidente, en posición absoluta y con precisión suficiente para generar una reconstrucción 3D completa de la zona de trabajo”.
Gracias a esta metodología, ha destacado, se consiguen capturas 3D completas del área de trabajo “con gran detalle, de forma sencilla, rápida, fiable, precisa y con un bajo coste para su uso generalizado”.
Para llevar a cabo el estudio se han hecho 160 pruebas y se ha medido entre 200 y 3.000 puntos para comprobar la fiabilidad de los resultados.