El 35 % de los pacientes de coronavirus ingresados en la UCI presenta daño miocárdico, lo que manifiesta la presencia del virus en el corazón, según ha explicado este lunes la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc).
Esta sociedad científica señala que la infección COVID-19 no sólo afecta al sistema pulmonar, sino que se trata de una enfermedad multiorgánica en la que también cobran protagonismo las patologías cardiovasculares, como se ha puesto de manifiesto en diferentes estudios.
La Semicyuc ha organizado un seminario en red bajo el título “Patología cardiovascular en el paciente con COVID-19”, en el que expertos intensivistas han abordado cómo el coronavirus afecta al sistema cardiovascular desde diferentes puntos de vista.
Uno de ellos ha sido el tratamiento en las UCI de los pacientes con hipertensión arterial.
Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina fueron cuestionados en el inicio de la pandemia ante el riesgo de que su uso para el control de la hipertensión arterial pudiera estar asociado con una mayor mortalidad en los pacientes infectados por el virus.
Sin embargo, Pablo Millán, intensivista del Hospital La Paz (Madrid), ha indicado que, tras varios estudios internacionales, no se ha demostrado que los antihipertensivos se asocien con un mayor riesgo de infección, ni peor evolución durante la enfermedad.
Arritmias
Por su parte, la jefa del Área de Críticos del Hospital Parc Taulí (Barcelona), Ana Ochagavía, ha detallado cómo el coronavirus interactúa con el sistema cardiovascular pudiendo incrementar el riesgo de daño miocárdico agudo.
Ha asegurado que el virus provoca arritmias mucho más frecuentes en pacientes en UCI (44,4 %) que en los que no requieren cuidados intensivos (6,90 %), pero también miocarditis a las dos o tres semanas de infección y una elevación de biomarcadores de daño miocárdico.
Sin embargo, existe un bajo porcentaje de infarto agudo de miocardio de tipo isquémico.
La doctora ha indicado que entre un 25 y un 35 % de los pacientes en UCI con COVID-19 ha sufrido daño miocárdico y ha advertido de que su detección es una señal de alarma, ya que empeora el pronóstico.