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El alcalde de Santiago denuncia amenazas de muerte tras la “campaña” contra el pregón de Carnaval en la ciudad

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), pondrá en los próximos días “en conocimiento de las fuerzas de seguridad” las amenazas proferidas contra él y su familia, algunas de ellas de muerte, a través de las redes sociales. Este, ha denunciado el regidor compostelano en rueda de prensa, está siendo uno de los efectos de la “campaña interesada” lanzada contra el pregón del Carnaval en la ciudad días después de que fuera interpretado la pasada semana por el actor y dramaturgo Carlos Santiago, caracterizado como uno de sus personajes más clásicos, una sátira del Apóstol Santiago.

Tras intentar contactar con el delegado del Gobierno central en Galicia, Santiago Villanueva -máximo responsable institucional de la Polícia y de la Guardia Civil-, Noriega señala que está “recopilando todo el material” que, en unas pocas horas, ha acumulado diversas amenazadas contra él mismo y familiares directos. Este nuevo episodio llega menos de tres años después de que un militante de ultraderecha también lo amenazara y llegara a perseguirlo, acciones por las que el acusado está pendiente de juicio.

Sobre el contenido del pregón y de la polémica generada por un diario local, a la que se sumaron posteriormente un comunicado del Arzobispado y diversas declaraciones del PP local, Martiño Noriega subraya que no va “a entrar” en si “una intervención transgresora”, propia del Carnaval, puede “herir” la sensibilidad de alguien. “Lo que digo es que no la hiere de manera natural”, sino “posteriormente a una campaña lanzada”, algo que es “fácilmente demostrable”.

La situación, ironiza, es semejante a la historia “viral” que en los años 90 había recorrido toda España sobre unas inexistentes escenas de un cantante en un programa de televisión. “Todo el mundo sabía lo que había hecho Ricky Martin, pero nadie lo había visto”.

“No todo vale”, pero “lo llevamos con ánimo y tranquilidad”, concluye Noriega. “Tampoco quiero alertar a nadie”, agrega en un contexto en el que se muestra convencido de que la relación con la representación de la Iglesia local, el Cabildo y el Arzobispado, seguirá siendo igual de “fluida” que hasta el momento, un extremo confirmado también por estas entidades eclesiásticas.