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El alcalde socialista de Santiago se enfrenta con los barrenderos que anuncian huelga para reclamar salarios que compensen el IPC

La guerra sindical emprendida por los servicios de limpieza de Santiago para conseguir mejoras laborales está a punto de acabar con la capital de Galicia sumida en un estado de alarma decretado por el Ayuntamiento. El alcalde socialista, Xosé Sánchez Bugallo, se ha metido de pleno en la pelea laboral que mantiene la concesionaria del servicio, Ubaser, con sus trabajadores. Los operarios de limpieza piden mejoras en sus sueldos que les ayuden a sortear en su vida diaria el incremento de precios. La empresa se niega. El regidor de la capital gallega ha asegurado este viernes que está dispuesto a decretar el estado de alarma para evitar las consecuencias de una protesta que, asegura, “es contra Santiago y contra Galicia”.

El estado de alarma sanitaria es un mecanismo que pueden decretar los alcaldes de las ciudades y que les habilita para realizar contratos de urgencia que cubran los servicios que las concesionarias no están prestando. Dicho en otras palabras, el Ayuntamiento de Santiago podría contratar a otra empresa para limpiar las calles de la ciudad mientras se desarrolla la huelga de los trabajadores. Las consecuencias de una medida así son dos: la concesionaria tendría que asumir la factura del nuevo contrato y los trabajadores verían impedido el derecho efectivo a la huelga, al perder el elemento de presión que esta supone.

En un reciente conflicto similar en el Ayuntamiento de A Coruña con sus servicios de limpieza ya se aplicó esa figura de estado de alarma sanitaria. La diferencia con Santiago es que los barrenderos de A Coruña nunca llegaron a convocar la huelga de manera efectiva. Ahora, lo que pretende el ayuntamiento de Santiago puede suponer de facto una medida para impedir el derecho a huelga de los trabajadores.

Además de lo anterior el estado de alarma sanitaria es una medida que precisa ser justificada. Fuentes jurídicas explican a esta redacción que no se entiende que se anuncie antes de que la suciedad y los efectos nocivos para los ciudadanos sean un hecho constatable.

Mientras tanto, el regidor socialista se pone del lado de la patronal y acusa a los trabajadores de pedir subidas de salario desproporcionadas que él cifra en un 21%. Con respecto a la huelga anunciada la ha calificado de “agresiva” y ha asegurado que de llevarse a cabo le “amargará las fiestas”.

La capital gallega celebra este año sus primeras Fiestas del Apóstol sin restricciones asociadas a la Covid. El evento coincide con un Año Xacobeo y en plena oleada de turistas. El próximo día 25 de julio está previsto que sean los reyes quienes protagonicen el acto de ofrenda al Apóstol en la catedral compostelana. Sánchez Bugallo quiere que todo eso suceda con las calles limpias, dejando en segundo plano las reivindicaciones de los servicios de recogida de basura que piden soluciones salariales a la subida del coste de la vida.