El Partido Popular de Alfonso Rueda ha decidido abrazar las tesis que practica el trumpismo y la extrema derecha para salir al ataque ante cualquier crítica a su gestión. La hoja de ruta es sencilla. Consiste en acusar de difundir bulos a quien quiera que esboce la más mínima crítica a su trabajo al frente de la Xunta. La marea de pellets que el carguero Toconao ha metido en la campaña gallega ha servido de perfecto caldo de cultivo para instalar al PP en esa agresiva estrategia de defensa. Toda la maquinaria del PP y la Xunta se han aplicado a la tarea: campañas de publicidad pagadas con fondos públicos para denunciar los bulos, portavoces parlamentarios señalando periodistas y hasta la número dos de la formación conservadora denunciando en rueda de prensa toda una conspiración de bots que trabajan para la oposición desde lugares tan recónditos como Rusia o Filipinas.
En las últimas semanas la prensa gallega está difundiendo una campaña publicitaria de la Xunta en la que se lee lo siguiente: “Aliméntate de pescado y marisco gallego, no de bulos”. La frase va sobreimpresionada sobre la fotografía de un pequeño pesquero en un día de faena. Apenas le ha bastado al Gobierno gallego con la torpeza de un community manager de juventudes socialistas que subió a las redes la foto de un pez con pellets en el interior de su boca. La imagen no correspondía a Galicia sino a Sri Lanka. Suficiente para construir el mensaje de que todo lo que se dice sobre los pellets es falso si quien lo dice no lleva en su cartera el carné del Partido Popular.
El propio Alfonso Rueda hizo suya la estrategia trumpista desde el atril en el que comparece ante los medios después de las reuniones semanales de su Gobierno. El pasado jueves Rueda dio por buena la conspiración que horas antes había denunciado su número dos en el partido, Paula Prado. El PP ha creído ver la existencia de una red de bots con ramificaciones internacionales que actúan coordinadamente para tumbar las opciones electorales del PP. Nada más lejos de la realidad. “El ”ataque despiadado“ que denuncia el PP se acredita en el análisis de 15 cuentas de X (antes, Twitter) que para Prado prueban la existencia de un grupo organizado tramando en su contra. elDiario.es ha analizado esos quince perfiles con la siguiente conclusión: no hay bulos en sus publicaciones sino opiniones contrarias a la gestión del PP, como las que podría expresar en democracia cualquier votante de izquierdas que no ve a Rueda con los mejores ojos. La escenificación de los populares se ha dotado de tanto dramatismo que no han dudado en insinuar que podrían el caso en manos de la Fiscalía. A la hora de escribir estas líneas aún no hay noticia de que esa denuncia se haya producido de manera efectiva.
Contra el derecho de manifestación
Y si confundir la libre opinión con la desinformación no fuera suficiente, el PP también desliza sus cautelas con el ejercicio de otro derecho: el de manifestación. Y no lo hace cualquier cargo intermedio sino el propio Alfonso Rueda desde el atril en el que se presenta como jefe del ejecutivo gallego. El pasado jueves y ante la convocatoria de protestas por la gestión del vertido de pellets Rueda no dudó en insinuar que la manifestación estaba convocada por la oposición por “interés político y electoral”. A PSOE y BNG les acusó sin citarles de levantar bulos sobre el episodio de contaminación. Cosa diferente son los miles de personas que acudieron a esa convocatoria bajo la lluvia de un domingo en Santiago. De ellos Rueda asegura que respeta “la buena fe” de los manifestantes, como quien dice que acuden a la llamada confundidos por la red de mentiras que la oposición habría puesto en marcha desde medio planeta.
Los medios de comunicación tampoco se escapan de los ataques del político del PP y sus compañeros. A Rueda le preguntaron en su última rueda de prensa por una información del periódico El Salto que daba cuenta de la contratación de una empresa especializada en marketing para acometer la limpieza en playas. Respuesta: bulos.
Lo mismo hizo su portavoz en el Parlamento de Galicia, José Alberto Pazos, en la última reunión de la Deputación Permanente a la que acudió la conselleira de Medioambiente para dar cuenta de su trabajo en la contención del vertido. En un tono airado Pazos señaló a su partido como víctima de una injusta y constante campaña de fake news. Para ello blandió desde su escaño una información de elDiario.es en la que se daba cuenta de que el segundo informe encargado por la Xunta sobre los pellets alertaba de los riesgos del contacto prolongado con este material. Esa información incluía el informe completo que la Xunta distribuyó con cuentagotas que casi nadie más publicó. Pero para Pazos basta con decir algo inconveniente para que eso se convierta automáticamente en un bulo.
Y es que parece que la simple afirmación de que están llegando pellets a las playas gallegas el PP la siente como un bulo. Al menos eso es lo que se sustrae del nuevo formato que están aplicando en las notas de prensa que informan de las tareas de descontaminación. El último de esos comunicados reza del siguiente modo: “La Xunta retiró de las playas gallegas 3.524 quilos de pellets y cerca de 10.850 quilos de otros plásticos”. Es fácil extraer la conclusión de que lo de los pellets no es para tanto si uno toma en consideración que otros tipos de basuras plásticas les ganan por tres a uno. También podría uno preguntarse dónde estaba la Xunta cuando esas 10 toneladas de basura plástica estaban en las playas sin que nadie las recogiese como ahora, en medio de un alarma general y quién sabe cuántas fake news.