Anova, la formación nacionalista gallega desgajada del BNG y fundada por el histórico Xosé Manuel Beiras, ha cerrado la puerta a un acuerdo con Sumar para las elecciones gallegas. Así lo ha decidido su coordinadora, máximo órgano entre asambleas, reunida el pasado sábado. Anova, ahora encabezada por el exalcalde de Santiago de Compostela Martiño Noriega, ratifica con esta decisión su giro estratégico en relación a la izquierda de obediencia estatal, junto a la que se presentó a los comicios de 2012 -Alternativa Galega de Esquerda-, 2016 -En Marea-, y 2020 -Galicia en Común. El 23J, Beiras y Noriega ya habían escenificado el cambio de rumbo al solicitar el voto para su antiguo partido, el Bloque, y hacer una defensa de la autonomía de la izquierda nacionalista.
Los contactos entre Anova y Sumar, confirmados por fuentes de ambas partes, no habían transcendido. Pese a que la prensa llegó a publicar la oferta de los de Yolanda Díaz a Noriega para ser el candidato a la presidencia de la Xunta, finalmente no habrá ningún tipo de pacto. Además de las coaliciones en las tres anteriores elecciones gallegas, Anova y diferentes formulaciones de la izquierda estatal -Esquerda Unida, Podemos, Unidas Podemos- habían compartido o apoyado candidaturas municipales, europeas o a las Cortes. La decisión de Anova clausura un ciclo que comenzó en 2012 cuando Xosé Manuel Beiras, fundador y dirigente crucial del BNG -lo condujo a su techo de sufragios en 1997-, comandó una escisión de izquierdas y acordó una alianza con Esquerda Unida, entonces encabezada por Yolanda Díaz.
Aquella Alternativa Galega de Esquerda, de la que formaron parte otros grupos menores, surgió como reacción a la crisis del neoliberalismo y a una situación político económica que sus protagonistas calificaban “de emergencia”. Obtuvo nueve diputados, dos más que el BNG, y se colocó como tercera fuerza del Parlamento de Galicia. Díaz abandonaría la Cámara autonómica para ser diputada en Madrid por En Marea, de la que también formó parte Anova. Las tensiones y desacuerdos internos de un espacio que también fue denominado de confluencia marcaron las dinámicas internas casi desde el principio. En la legislatura 2016-2020, cuando el juez Luís Villares se convirtió en líder de la oposición a la tercera mayoría absoluta de Feijóo, alcanzaron un punto crítico. En Marea saltó por los aires y, metamorfoseada en Galicia en Común y con Antón Gómez-Reino como candidato, pasó de 14 a ningún diputado en julio de 2020.
A partir de entonces, Anova se fue distanciando de sus antiguos socios. Aunque volvió a impulsar y formar parte de candidaturas municipales junto la izquierda en 2019 y 2023, se descolgó de las listas al Congreso. El pasado 23 de julio, Beiras en una entrevista y Noriega en un artículo en la revista catalana de izquierdas Sin Permiso pidieron el voto para el BNG. La formación de Ana Pontón, que es ahora cabeza de la oposición a Alfonso Rueda con 19 escaños, y Anova han mantenido contactos en los últimos meses.