La mayor parte de los despachos de la Xunta de Galicia aparecieron desiertos en las primeras horas de la mañana de este lunes. Conselleiros, jefes de gabinete, asesores de prensa, directores generales y, en general, todo aquel que forma parte de los tres principales niveles de la administración autonómica estaban convocados para escuchar el discurso que el presidente Alfonso Rueda pronunció en una de los salones de actos de la Cidade da Cultura. Con el mes de septiembre muy avanzado, Rueda inauguraba el curso político anunciando sus principales propuestas para el ecuador de una legislatura que empezó hace dos años con Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta. La medida estrella que Rueda anunció a los jefes de departamento bajo su mando es un bono de 25 euros, que se suma a los 50 que las familias vulnerables ya reciben en Galicia para asumir los gastos de material escolar de los más pequeños.
La medida contribuye a paliar en parte el agujero económico que a las familias gallegas les supuso la llegada del PP al Gobierno de la Xunta y la eliminación de la gratuidad de los libros de texto que imperó durante el mandato de la coalición PSOE-BNG que gobernó Galicia entre 2005 y 2009. Según los datos facilitados por el equipo de Rueda, un total de 90.000 hogares se beneficiarán de esos 25 euros extra.
El discurso de Rueda ante los suyos entronca con la línea marcada por Feijóo: referencias a los más desfavorecidos pero ni una palabra sobre los privilegiados. Y es que el presidente gallego evitó meterse en el barrizal en el que para el PP se está convirtiendo todo lo referente a la creación de impuestos que graven los beneficios extra que las eléctricas están obteniendo a consecuencia de la subida de precios por la dificultad de suministros derivada de la invasión en Ucrania.
Rueda confirmó que se actualizarán las ayudas sociales “frente al impacto del alza de precios” en 2023. A modo de ejemplo, explicó que si la inflación se eleva un 10 por ciento, la renta de inclusión social (Risga) pasará de un importe medio de 480 euros a 530; mientras que las ayudas de emergencia social (AES) se elevarían a 1.270 (frente a 1.150), en el tramo mínimo, y a 6.400 (frente a 5.800), en el tramo máximo.
Además de las referencias al apoyo que merecen los que menos tienen, la Xunta apuesta por bajadas de impuestos, asegurando que la comunidad es la que tiene la carga fiscal “más reducida” de España, exceptuando Madrid. En ese camino, Rueda anuncia que el próximo año se estrenará una bonificación “pionera” para las familias con dos hijos, que tendrán la equiparación con las de tres hijos en el tramo autonómico del IRPF.
Rueda, que tomó posesión en mayo tras la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid y el relevo al frente de la Xunta, ha repasado las medidas puestas en marcha por su gobierno y también en los años que le han precedido, asegurando que tomaron relevo del gobierno con el “listón más alto” de toda España. “La Xunta cambió de presidente pero trabajamos con la misma dedicación. Este gobierno no paró porque este gobierno no puede dejar de funcionar”, ha proclamado.
Al tiempo, ha afeado la falta de “sensibilidad” del Gobierno central, al que le ha pedido que, “de una santa vez”, avance en la normativa para la eólica marina o, entre otras cuestiones, apruebe la especialidad de médico de urgencias.