En Galicia no cesan los movimientos en la búsqueda de una fórmula que permita a los gallegos tener un grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados y plantarle cara al Partido Popular en uno de sus bastiones. Para eso, la izquierda gallega ha llevado a cabo dos encuentros ciudadanos este fin de semana, distintos pero con un mismo fin: sentar las bases de esa candidatura gallega unitaria para las elecciones generales del próximo otoño.
Y no faltan ejemplos de cómo hacerlo, pues tras las municipales, las candidaturas de unidad popular, conocidas como mareas, provocaron auténticos tsunamis en Santiago, Coruña y Ferrol, ciudades en las que consiguieron la alcaldía y también en zonas del rural donde, en muchos casos, o bien ganaron, o fueron determinantes para la formación de gobiernos municipales alternativos.
Así, Encontro Cidadán por unha Marea Galega y Pola Unidade, dos plataformas surgidas para ayudar a la confluencia convocaron sendas reuniones ciudadana abiertas para ofrecerse como espacios en el camino a la confluencia. Encontro Cidadán por unha Marea GalegaPola Unidade Dicho ofrecimiento también lo ha planteado la plataforma Somos Nós, un think tank que tiene al exlíder del BNG, Anxo Quintana, como una de sus cabezas visibles. En estos colectivos se mezclan nombres de personas procedentes de diversos ámbitos sociales con miembros y afines a las organizaciones políticas que, casi a diario, mantienen contactos a múltiples bandas, tales como Anova, BNG, Esquerda Unida, Compromiso por Galicia (CxG) y también Podemos
Todas estas siglas partidarias apoyaron, en mayor o menor medida, alguna de las mareas, excepto el Bloque, que en aras de conservar su propia marca, se presentó en solitario a las municipales con un resultado de 468 concejales y la ciudad de Pontevedra, además de otros 24 ayuntamientos.
El encaje entre ciudadanía y partido
El encaje entre ciudadanía y partidoLa jornada del sábado del Encontro Cidadán por unha Marea Galega empezó con dos mesas en las que ocho mareas distintas, entre ellas las de Santiago y Coruña, contaron sus experiencias y plantearon las líneas por las que debe discurrir el proceso. La mayoría señalaron la necesidad de que el BNG se sume por lo que “representa para este país”, en palabras de Jorge Duarte, de Compostela Aberta. También subrayaron que era la ciudadanía la que debía llevar a cabo el proceso y los partidos actuar de soporte o motores auxiliares. El portavoz de la plataforma, Gonzalo Rodríguez dijo sentirse “muy satisfecho” por las 300 personas asistentes. Rodríguez se mostró optimista y, ante las tensiones y distancias entre Podemos y BNG afirmó que “los partidos van a responder si somos capaces de proporcionar unas reglas de juego que permitan la diversidad de los actores, y Podemos también lo hará, tadará más o menos, pero lo hará”. El licenciado en Economía Aplicada avisó de que es necesaria “mucha confianza y que no haya voces negativas que al final hagan pronósticos autocumplidos”. “Dejaremos de ser periferia cuando nos convenzamos de que podemos dejar de serlo”, sentenció.
Tras las mesas de las mareas, los organizadores quisieron invitar a representantes de las plataformas en defensa de la educación, de la sanidad de la PAH y del Sindicato Labrego Galego para que aportasen también su punto de vista.
Posteriormente, aglutinaron a los diversos movimientos que en los últimos meses pidieron la confluencia, como Confluencia Galega, Pola Unión, Somos Maioría, Somos Nós, Grândola o la juventud que firmó el manifiesto É tempo de Unión. Mocidade pola unidade galega ás xerais É tempo de Unión. Mocidade pola unidade galega ás xerais. Iago Lestegás fue el encargado de dar voz a los más jóvenes y cree que el grupo parlamentario propio es necesario porque “asuntos como la precarización, el paro o la emigración agudizaron un problema que en Galicia ya es estructural, y necesitamos diseñar políticas o, como mínimo, influír en su diseño. Galicia necesita estructuras propias que respondan a ese hecho particular, que también viene marcado por la dependencia económica, política, social y cultural”. Rodríguez también incidió en este aspecto: “Es necesario un grupo parlamentario gallego porque hay que ir al Congreso a hablar de Galicia pero también a participar en el Estado, de los sistemas portuarios y ferroviarios, del modelo educativo, esa es la manera de defender nuestros intereses”.
Por la tarde los asistentes al encuentro se organizaron en grupos para debatir las diversas aristas que compondrán el proceso. La próxima semana, el grupo promotor iniciará reuniones con los partidos: el lunes con Podemos, el martes con Anova, el fin de semana con el BNG y luego con Esquerda Unida, Equo, Espazo Ecosocialista, Compromiso por Galicia y Cerna. En las reuniones les transmitirán “la voluntad expresada de activar un proceso de construcción de una candidatura gallega de unidad popular desde un polo de base ciudadana”. Por otra parte, la comisión promotora se disolverá y dará paso a una coordinadora que será votada telemáticamente para continuar con el proceso.
Reticencias entre Podemos y el BNG
Reticencias entre Podemos y el BNGEn el entorno de formaciones como Esquerda Unida, Anova, el BNG, Podemos o Compromiso por Galicia son muchos los que sostienen que el debate de la candidatura gallega está derivando hacia dos candidaturas por la desconfianza mutua entre algunos actores y por las condiciones que el partido de Pablo Iglesias ha puesto en juego, como la de no renunciar a su nombre, en aras de ser el paraguas del cambio.
Con todo, la presión de las bases en favor de la unidad es amplia y no hay que dar nada por definitivo.
En la jornada organizada por Pola Unidade, bautizada como Banquete de Conxo 2.0, salieron a flote estas desconfianzas de los nacionalistas hacia Podemos, tras las declaraciones de Carolina Bescansa en las que cualificó de “imposible” que la hipotética marea gallega tuviese grupo parlamentario propio si fuese con Podemos.declaraciones de Carolina Bescansa en las que cualificó de “imposible” que la hipotética marea gallega tuviese grupo parlamentario propio si fuese con Podemos.
Uno de los miembros del grupo promotor, decano del Colexio de Xornalistas de Galicia, Xosé Manuel Pereiro, subrayó la necesidad de tener un “grupo político propio en e Congreso para defender el sector lácteo, los astilleros, a los dependientes, a los jóvenes, que trate la dispersión poblacional, las deficiencias en infraestructuras, y no una sección de un grupo estatal”. La reunión también contó con unas 300 personas, entre las que se encontraban algunos altos cargos del BNG y que, organizadas en grupos de Contenido, Extensión y Organización, elaboraron bases para la posible confluencia. Entre las conclusiones se recoge la necesidad de “unidad cívica que muestre la capacidad colectiva y que permita fraguar una mayoría política que defienda los intereses de Galicia. El secretario general de la Unión do Pobo Galego, (UPG), la pata principal del BNG afirmó que ”estos tiempos requieren generosidad y unidad. Una gran candidatura gallega en la que las fuerzas políticas sean actores, pero en la que los verdaderos protagonistas sean las personas“.
Igual que el Encontro Cidadán, Pola Unión también designó una coordinadora para seguir avanzando en la construcción del camino de la confluencia. Afirman que estarán en “escucha activa con los demás movimientos de base ciudadana que piden dar pasos comunes y también con los partidos políticos”.
Ninguno de los alcaldes de las mareas participó en los encuentros. Quien también se mantiene a la expectativa es el líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, pieza clave en el proceso, pendiente de los pasos que van dando los diversos actores. La última vez que habló en público fue el 25 de julio, el Día Nacional de Galicia, y elogió la izquierda plural, personificada en Alberto Garzón, también le hizo un guiño al BNG al decir que Galicia debe “emerger como sujeto político propio”, y lanzó el aviso a Podemos, al prevenirlos de que no pueden pretender “capitalizar el éxito de las mareas”.
Ante un escenario tan abierto, y una partida de ajedrez con, por el momento, pocos movimientos, puede pasar cualquier cosa, y del resultado final dependerá, en buena medida, el grupo propio para Galicia en el Congreso de los Diputados