Este lunes, 26 de febrero, es el séptimo aniversario de la inauguración del Hospital Lucus Augusti por el presidente de la Xunta, acto en el que Alberto Núñez Feijóo había asegurado que antes del fin de aquel año, el 2011, “los pacientes con dolencias del corazón o de cáncer” que hasta ese momento tenían que desplazarse a Santiago o a A Coruña“, iban ”a poder ser atendidos en su hospital público de Lugo“. La mención de Feijóo a las enfermedades cardíacas se refería a la puesta en marcha de la sala de hemodinámica del HULA, que no abriría hasta 2014 y en 'horario de oficina', de 8 de la mañana a 3 de la tarde y de lunes a viernes. Desde este 26 de febrero la unidad ampliará su apertura hasta las 22 horas de cada día de la semana y el propio hospital calcula que alrededor de un tercio de los enfermos continuarán, siete años después, teniendo que ser trasladados.
Como avanzó Praza.gal, en el hospital lucense se trabajaba desde hace meses en una ampliación que los profesionales del propio centro reclamaban desde su propia apertura, años en los que las protestas vecinales han sido recurrentes. El equipo médico ha venido considerando que ofrecer el servicio de manera continuada tendría un “impacto indudable” en la atención, bienestar y supervivencia de la población que sufriera un infarto en cualquier punto de la provincia lucense. Este pasado jueves, un día después de que el conselleiro de Sanidad esbozara los nuevos planes en el Parlamento, los responsables del HULA comparecieron ante la prensa para detallar la noticia y también para confirmar que durante estos siete años dos de cada tres enfermos susceptibles de ser atendidos en la sala de hemodinámica han tenido que ser trasladados -lo más habitual, a A Coruña- por estar cerrada.
Según el gerente del HULA, Ramón Ares, desde que en 2014 la hemodinámica fue inaugurada con el dicho horario de oficina, “casi 500 pacientes de Lugo fueron tratados en Lugo, sin necesidad de trasladarlos fuera de la provincia”. Este dato se completa con el de las personas que sí tuvieron que ser enviadas a A Coruña. Y lo cierto, admitió Ares en comparecencia conjunta con el jefe de Cardiología, Juan Carlos González Juanatey, es que “dos tercios” de los enfermos se quedaron fuera del horario de atención. Con el nuevo modelo de apertura, de 14 horas diarias, -el mismo que será implantado en Ourense- el hospital aspira a que dos de cada tres pacientes ya puedan ser atendidos en el HULA, mientras que “otro tercio”, calcula, seguirá encontrándose la puerta cerrada.
La decisión de ampliar el horario pero no hacerlo definitivamente para las 24 horas del día llega, según Ares, a partir del análisis que el Sergas hace de los datos del Registro Gallego de Infarto de Miocardio (Regaliam), la base de datos activada por Sanidad en 2015, poco después de que datos oficiales del INE acreditaran que la mortalidad por infartos en la provincia de Lugo duplicaba la media estatal. Ese mismo registro oficial, resalta Juanatey, muestra que los infartos agudos de miocardio venían siendo atendidos ahora en Lugo, de media, unos 160 minutos después de que la persona enferma perciba los primeros síntomas. Esto ha supuesto, explica el cardiólogo, que el hospital lucense haya estado unos 40 minutos por encima del umbral establecido por las sociedades científicas para una atención correcta. Con el nuevo horario, dice, esperan poder “cumplir los estándares de los 120 minutos”, lo que tendría una “transdendencia importante”.
Ambos facultativos evidencian que “ha llevado su tiempo” conseguir una ampliación de horario sobre la qué Ares evita aclarar si la Xunta podría, en un horizonte próximo, autorizar su extensión a las 24 horas del día. El gerente admite que “durante la noche” también se producen infartos en Lugo y provincia y que ni siquiera es “cuestión de dinero” poder tener abierta de manera permanente una unidad que, afirma Juanatey, está al máximo nivel en recursos técnicos y profesionales. La inversión para la apertura permanente sería escasa, dice el gerente -solo implicaría más guardias localizadas durante la noche-, pero esta está condicionada la que la considere oportuna la comisión del Sergas que evalúa los datos del Regaliam.
Los detalles de la ampliación del horario han sido ya replicados desde las tres formaciones de la oposición gallega. En Marea, PSdeG y BNG reclaman que la apertura de la unidad de hemodinámica sea, definitivamente, de 24 horas al día y además, en el caso de los socialistas, su líder en la provincia de Lugo, Álvaro Santos, ha advertido de que si la Xunta no facilita en el plazo de un mes todos los datos del Regaliam -como marca el Reglamento del Parlamento-, su formación los reclamará en los tribunales.