José Manuel Baltar se atrinchera política y casi físicamente. La Diputación de Ourense celebraba este viernes su pleno ordinario, el primero desde la dimisión en pleno del comité ético que abordaba la oferta de empleo por sexo por la que una mujer ha denunciado al presidente. El palacio provincial amaneció blindado y, cuando un amplio grupo de vecinos que pretendían seguir la sesión intentaron acceder a las instalaciones, se encontraron con un veto de acceso por el que PSdeG y BNG se disponen a denunciar a Baltar.
Alcaldes, concejales y simpatizantes del PP coparon, según fuentes consultadas por eldiario.es, todos los puestos destinados al público desde hace una semana. El propósito, indican las mismas fuentes, era evitar que también desde las bancadas reservadas a la ciudadanía se le exigiesen explicaciones a Baltar por el escándalo. En estas circunstancias, y mientras efectivos de la Policía Nacional -el subdelegado del Gobierno en Ourense es un destacado baltarista- impedían el acceso, los grupos de la oposición han decidido plantar al barón popular por segundo pleno consecutivo y solo han intervenido para manifestar su indignación.
“Nos hemos encontrado con más Policía que gente esperando, son ustedes unos impresentables”, clamó desde su escaño el portavoz socialista, Ignacio Gómez. “Esta es la casa de todos los ciudadanos, también de los que están abochornados” por el caso Baltar, indica el socialista, que exigió sin éxito en media docena de ocasiones que Baltar explicase “por qué no ha dejado pasar a la gente”. “¿Qué diferencia hay entre estas personas y las que están abajo? ¿Que no son cargos del PP?”, se pregunta.
“La institución no es del presidente”, le advirtió a Baltar el portavoz del BNG, Ramiro Rodríguez, quien luciendo una pegatina contra el acoso sexual ha lamentado la “intolerable apropiación en beneficio propio” que, a su juicio, el presidente está realizando en la institución. El Bloque, resalta, se ausenta del pleno para “estar con los vecinos que le piden explicaciones por un tema gravísimo” mientras Baltar “lo único que hace es desprestigiar” a la Diputación con su permanencia en el cargo. “No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza, das pena, das asco”, le espetó, a su vez, el portavoz de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome.
En un tensísimo clima que incluso ha derivado en que alguno de los cargos populares presentes entre el público se encarase con el portavoz del PSdeG, el Grupo Popular ha continuado tramitando en solitario todos los asuntos del orden del día en aras, dicen, de la “democracia”. Mientras, en el exterior, PSdeG y BNG, se disponen a tramitar sendas denuncias por el bloqueo al público. “Deberían saber que hay cargos públicos inhabilitados por actuaciones semejantes”, advertía Gómez mientras miembros del Bloque se dirigían ya al juzgado de guardia para tramitar la demanda.