Un Expediente de Regulación de Empleo de extinción de hasta 400 puestos de trabajo. Es la propuesta que ha planteado la dirección de PSA Peugeot Citroën en Vigo a la representación sindical de la planta como parte de las medidas para poder optar a la fabricación de un nuevo modelo adicional al de la furgoneta K-9, que ya ha sido asignado a la factoría viguesa.
Según ha trascendido este lunes a través de EFE y Europa Press, la compañía francesa propone este ERE con carácter voluntarios y con un plazo de aplicación hasta 2018. La propuesta ha llegado en la primera reunión de la mesa negociadora, celebrada este lunes, en la que la dirección ha informado también, según las mismas fuentes, de su intención de formular dos ERE de tipo suspensivo.
Esta segunda medida laboral afectaría a alrededor de medio millar de las personas que trabajan en la planta durante unos 20 días. El afectado sería el cuadro de personal “con menos días en negativo en la bolsa de horas”. El otro ERE suspensivo afectaría a un total de 158 integrantes de la plantilla mensual de la planta de Balaídos.
Los responsables de PSA ya habían avanzado en los últimos días su intención de proponer mecanismos de recorte con el objetivo de, a corto y medio plazo, ajustar la fábrica a la “flexibilidad” que exige la dirección de la compañía para afrontar “grandes volúmenes de producción”.
En esta ronda de negociaciones, no obstante, no se propondrán ajustes de tipo económico. Según han informado a los representantes sindicales, este capítulo de medidas está “cerrado” hasta, al menos, finales de 2019.