Un viejo conocido. A escasas horas de la finalización del plazo para presentar candidaturas a las elecciones municipales del 24 de mayo la dirección estatal del partido Ciudadanos acaba de intervenir en su avispero en Galicia para colocar al frente de la candidatura local de Santiago a Javier Sánchez-Agustino, destacado militante del PP local hasta hace pocas semanas y concejal hasta 2011, cuando se quedó fuera de la lista de Gerardo Conde Roa después de acompañarlo en su fallido asalto a la alcaldía en 2007.
Con este giro de última hora el partido de Albert Rivera deja fuera de juego a quien estaba previsto que fueran sus cabezas visibles en la capital de Galicia: María Dolores Pazos y José Canedo, coordinador del partido en la ciudad y ex candidato de UPyD a la presidencia de la Xunta. Tras días de ceses, bajas y en medio de una grave crisis interna motivada, según publicó La Voz de Galicia, por las acusaciones de “autoritarismo” dirigidas a la dirección, se confirma el fichaje de quien fue uno de los rostros más reconocidos del PP compostelano durante casi una década.
Sánchez-Agustino, abogado de profesión y muy conocido en Compostela, regresa así a la primera línea de la política municipal tras cuatro años alejado de ella en los que, no obstante, siguió participando en diversas tertulias políticas y ejerciendo de presidente de la Federación Xacobea Mar de Arousa. Su salida de la corporación municipal se produjo justo antes de las anteriores elecciones municipales. Tras ocho años como edil popular, cuatro de ellos compañando a Conde Roa en su labor de oposición, el propio alcaldable aseguraba que le había ofrecido “incorporarse” a su lista por segunda vez, “pero veía con más claridad su futuro” en el Parlamento, afirmaba.
“Identificación ideológica” con Feijóo
El concejal, afirmaba entonces Conde Roa, estaba “en una encrucijada”, porque tenía un “espléndido” despacho de abogacía y “hemos entendido que, dado el crecimiento de su bufete, no es el momento oportuno para ir en la candidatura”. Sánchez-Agustino, por su parte, aseguró entonces que Conde Roa le había dicho que “no encajaba en esta lista” y por eso se disponía a “abrir una nueva etapa, no es el fin de la política”, advertía.
Esta puerta abierta a nuevas aspiraciones políticas se producía mientras el entorno de Sánchez-Agustino le atribuía una abierta afinidad con la dirección gallega del partido. No en vano, Alberto Núñez Feijóo escribió el prólogo de su libro En 30.555 palabras poco después de suceder a Manuel Fraga en la presidencia del PPdeG. Al presentarlo Sánchez-Agustino explicaba que “Alberto Núñez Feijóo es, en primer lugar, un compañero” pero “además, con él se inauguró una nueva línea ideológica y generacional muy clara, con la que yo me siento plenamente identificado”, decía en una entrevista. Esa “identificación” con Feijóo la reiteraba también en 2011, cuando se ratificó su salida de la lista del PP.
En este escenario Sánchez-Agustino asegura ahora que vuelve a la arena municipal para abanderar la “regeneración democrática” de la ciudad y para competir en un contexto electoral en el que podría llegar a tener la llave de la alcaldía para su antiguo partido en caso de lograr obtener representación en el Ayuntamiento. Así, en un contexto en el que Agustín Hernández lograse mantener al PP cómo lista más votada pero sin la mayoría absoluta lograda por Conde Roa hace cuatro años, todas las miradas se dirigirían hacia el ex concejal conservador para conformar, si la aritmética lo permite, mayoría de gobierno.