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Dimite en pleno el comité ético de la Diputación de Ourense que analizaba el caso Baltar

Crece la presión sobre José Manuel Baltar desde casi todas partes, menos desde la cúpula del PP de Galicia. Apenas unas horas después de recibir de nuevo el amparo del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que en la sesión de control parlamentaria amparó de nuevo al barón ourensano ante la denuncia de la mujer que, como publicó en exclusiva eldiario.es, lo acusa de haberle ofrecido un puesto de trabajo a cambio de sexo, Baltar se ha encontrado con un nuevo y elocuente obstáculo. El comité de ética de la Diputación de Ourense, que él mismo había convertido en emblema de su gestión, ha dimitido en pleno mientras abordaba, precisamente, el propio caso Baltar.

Este organismo estaba formado por cuatro miembros que nunca habían tenido que tratar ningún asunto específico -más allá de sus reuniones ordinarias-. Sus componentes hasta este miércoles eran Miguel González, en representación del Colegio de Abogados de Ourense, Jesús Blanco, del Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros de la Administración Local, Enrique José Varela, representando a la organización Transparencia Internacional, y Antonio González, designado para esta función por la Universidad de Vigo.

La dimisión de estos cuatro profesionales -el quinto miembro, un funcionario de la Diputación, se ha abstenido en este asunto por su proximidad con el presidente-, adelantada por Europa Press y confirmada por ellos mismos, se produce después de comenzar a abordar la denuncia de empleo por sexo a instancias del Grupo Provincial Socialista, y tras recibir por escrito la respuesta de Baltar sobre el asunto. Los motivos concretos de la dimisión han quedado reflejados en el acta de la última reunión de este órgano, cuyos exmiembros confían en que la propia Diputación haga pública. Si no lo hace, no descartan publicarla ellos mismos.

Tal y como se anunció en el momento de su creación, las funciones de este Comité de Ética son “velar por el cumplimiento del Código Ético y de Conducta de la Diputación de Ourense”, presentada por Baltar como una de las medidas estrella de su mandato. Entre los preceptos de esta norma figura que los cargos públicos de la institución deben ejercer la “ejemplaridad” y, por ser el “espejo en que se mira la ciudadanía, deben eludir cualquier acción u omisión que pueda perjudicar ni siquiera mínimamente la imagen institucional de la Diputación”. Del mismo modo, el código estipula que los cargos políticos tienen que “promover la igualdad de mujeres y hombres”, “garantizar un trato igual sin discriminación” en todos sus actos y “asumir responsabilidades políticas o gestoras” si cometen una “mala o equivocada decisión”. 

Tras el anuncio de la dimisión unánime no se han hecho esperar las reacciones en clave política. La primera ha llegado desde NÓS, la candidatura en la que participa el BNG en las elecciones generales. La formación “exige” que el ente provincial “publique” de inmediato el acta para “conocer las razones que han llevado a los miembros del comité a adoptar una decisión que evita que el comité se pronuncie sobre un hecho de extraordinaria gravedad”. A Baltar, indican, “ya no le quedan más escapatorias políticas” y, mientras Feijóo “mira para otro lado”, en Ourense “ya no queda nadie más por dimitir: le toca dimitir a Baltar”. “Una ocasión excelente” para que Baltar oficialice su marcha puede ser la sesión que la Diputación celebrará este viernes, en la que se debatirá una moción en la que el Bloque insta a que se cumpla la reprobación al presidente, aprobada en el anterior pleno, al que el PP no acudió.