ENTREVISTA Benito Núñez

El director de la Marina Mercante: “Nunca hubiese pensado que tendría que decretar la prohibición de navegación en una zona por ataques de orcas”

Gonzalo Cortizo

22 de septiembre de 2020 22:51 h

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Nació en Castilla La Mancha pero casi toda su vida ha estado dedicada al mar. Benito Núñez (Albacete, 1976) acaba de ordenar la prohibición de navegar a vela frente a parte de la costa gallega ante el temor de que se repitan los encuentros entre humanos y un grupo de orcas que ya han mandado a varios buques al taller. El director general de la Marina Mercante atiende a elDiario.es por teléfono, minutos después de haber dictado la resolución que restringe el paso de veleros entre Ferrol y Estaca de Bares.

El jefe de la navegación civil en España asegura que el objetivo de su decisión es “que las orcas dejen de ver barcos que les resulten atractivos en esa zona y la abandonen”. Se trata de proteger a los navegantes pero también a unos cetáceos que figuran en los catálogos de especies amenazadas. Si las orcas se mueven pero siguen jugando con veleros, la prohibición de navegar las acompañará por donde se vayan moviendo.

¿La Dirección General de Marina Mercante acaba de tomar una decisión motivada por ballenas?

Hemos detectado que en la zona entre Ferrol y Cedeira hay un grupo de orcas que viene atacando a una tipología de embarcaciones de recreo determinada (veleros de fibra de vidrio) y, por un motivo de seguridad marítima, hemos tomado una decisión. También nos preocupa la preservación de la vida marina, en este caso las orcas son especies protegidas y vulnerables y conviene evitar el contacto con humanos porque los barcos también pueden llegar a dañar a alguna de ellas.

Lo que ustedes han limitado es la navegación entre Ferrol y Cedeira durante una semana. ¿Cuántos barcos pasan por esa zona en ese tiempo?

La limitación llega un poco más allá, hasta Estaca de Bares. El número de barcos en la zona depende muchísimo de la meteorología, de la temporada del año, del día de la semana. El tráfico de veleros ahora está reducido porque se espera mal tiempo en los próximos días y no creemos que afecte a demasiados barcos. Calcular el número exacto de barcos afectados es muy complicado.

¿Si las orcas se mueven, la prohibición para navegar va con ellas?

Estamos hablando de una especie migratoria y, por lo que nos dicen los expertos del Ministerio de Transición Ecológica, están localizadas en torno a una gran concentración de túnidos que este año se ubica en el entorno de las aguas atlánticas frente a Ferrol y Cedeira. Prevén que, como especie migratoria que es, se vaya desplazando hacia el Cantábrico y la propia resolución, en línea con esto, plantea que la zona de limitación a la navegación se vaya modificando. Al parecer debe ser un grupo específico de orcas el que protagoniza los contactos con veleros. No es un comportamiento general. Se trata de una cuestión muy concreta de un grupo. Se trata de un animal social muy inteligente, que actúa así por jugueteo o por alguna conducta de especímenes adolescentes. A este tipo de sucesos se los está llamando ataques, aunque yo no creo que deban tener esa consideración.

Salvamento Marítimo ha tenido trabajo con este tema. Han sido muy numerosas las llamadas de socorro.

Llevamos ya unas dos semanas complicadas. Desde el primer episodio que tuvimos hemos estado transmitiendo radioavisos a navegantes dándoles cuenta de que se había detectado un grupo de orcas en la zona que podían interactuar con el barco y que les podían causar daños en el timón o en la orza del mismo. Lo que hemos visto es que el episodio se ha repetido, lo que nos ha hecho pasar de una fase de prevención o concienciación y alerta a tomar medidas concretas. Nuestra intención es que las orcas dejen de ver barcos que les resulten atractivos en esa zona y la abandonen, que es lo que nos dicen en Transición Ecológica que puede pasar.

¿Es la primera vez que se ve ante una situación como esta?

La primera vez. De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica ha solicitado información a la Comisión Ballenera Internacional, que es el organismo que se encarga de seguir el comportamiento de las ballenas y sus ciclos migratorios, y lo que nos dicen es que alguna vez se han producido cosas parecidas pero que es muy raro que suceda. Yo nunca hubiese pensado que tendría que decretar la prohibición de navegación en una zona concreta porque hubiese ataques de orcas. Es realmente singular.

¿Teme que se produzca un efecto curiosidad y la gente quiera ir a la zona prohibida para buscar estos encuentros?

Solo faltaría que decretemos una prohibición para que no se produzcan esos encuentros y consiguiéramos el efecto contrario. Las prohibiciones de navegación las dicta el capitán marítimo y contravenirlas puede ser sancionable. Yo recomendaría que la curiosidad la dejemos al margen en este caso. Primero, porque puede ser peligroso: un velero que pierde el timón y queda a la deriva puede generar una situación de peligro. Y en segundo lugar, porque las normas están para cumplirlas y evitar males mayores.