El Ayuntamiento de A Coruña ha estrenado la intervención de la ciudadanía en sus plenos. La madre de una niña discriminada por su diversidad funcional ha inaugurado el espacio de participación, denominado escaño ciudadano, en el que han intervenido ocho vecinos. El alcalde, Xulio Ferreiro, ha calificado de “histórica” la participación ciudanada y que supuso el cumplimiento de una de las medidas estrellas de la Marea Atlántica en su apuesta por una “nueva política”.
El ejecutivo local abrió en el pleno de este lunes un turno de ruegos y preguntas a los vecinos y fueron finalmente ocho las personas que se estrenaron en una posibilidad ya recogida en la legislación actual pero no empleada antes. Hubo que esperar a las once de la noche para que los vecinos tomasen la palabra desde los mismos asientos que suelen ocupar los concejales y en una jornada con expectación que llenó la tribuna de invitados y obligó a dejar varias personas fuera.
Fue después de un larguísimo y polémico pleno en el que el PSOE echó abajo la última hora la modificación del presupuesto pactada con la Marea para solucionar de urgencia los graves problemas de tesorería heredados del anterior ejecutivo del PP. Y lo hizo después de haberse aprobado en la sesión un voto particular del Bloque que añadía al cambio en el crédito 30.000 euros para Igualdad y Participación, una modificación aceptada por todas las formaciones, también por el PSdeG, que se abstuvieron para que se impusiese voto único del BNG. Pero a los socialistas les pareció una alteración inasumible, una supuesta ruptura de un pacto que justificar su negativa y una marcha atrás que criticó con dureza el alcalde, que cree que si ésa va a ser su actitud “podrían haber investido a Negreira”. Ya el martes, el regidor de la Marea llegó a instar a Pedro Sánchez a confirmar si avala la “actitud obstrucionista” de su partido en A Coruña.
Pero la polémica no empañó el momento histórico, aunque lo retrasó y mucho tras un pleno en el que el PP y el PSOE se unieron en varias votaciones contra el gobierno local, en una de ellas incluso para aprobar una moción de los socialistas en la que se reclamó la anulación del escaño ciudadano por haberse decidido sin pasar por la Comisión de Participación Ciudadana ni por la Comisión de Reforma del Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana. El alcalde recordó que el mecanismo de participación era una promesa electoral de la Marea y una competencia que otorga al gobierno local la Ley de Grandes Ciudades.
Sea como fuere, la coruñesa Sonia Hermida inauguró un proceso de participación ciudadana, un estreno histórico por venir de la madre de una niña con diversidad funcional a la que el anterior gobierno del Ayuntamiento de A Coruña le había negado una plaza en un campamento por falta de monitores especializados. Su intervención estuvo cargada de simbolismo, ya que la vecina había solicitado una autorización para intervenir en el pleno que le fue denegada por el ejecutivo popular de Carlos Negreira. “Estoy aquí por una cuestión de derecho”, dijo este lunes en el palacio municipal. Un año después, y tras contar también con el apoyo del Valedor do Pobo, preguntó al gobierno local por los medios que iba a poner para que no se repitiese la discriminación de su pequeña. La concejala de Igualdad, Rocío Fraga, se comprometió a coordinar desde 2016 todos los campamentos municipales para evitar casos discriminatorios como el sufrido por esta familia.
Luego, otra vecina, Marina Sangiao pidió al ejecutivo medidas para que los más necesitados accedan a un hogar y denunció la cantidad de pisos vacíos de A Coruña, a lo que el edil de Regeneración Urbana, Xiao Varela, respondió lamentando el escaso parque de viviendas y anunciando negociaciones con los bancos para poner casas en alquiler. Además, el presidente de la asociación de comerciantes del barrio de Os Mallos pidió medidas para fomentar el pequeño comercio; Rubén Purelo reclamó soluciones para hacer pública la gestión de las instalaciones deportivas -algo que el Ayuntamiento anunció que está negociando-; Roberto Lameiro reclamó arreglar a los problemas de accesibilidad y las barreras arquitectónica en centros sanitarios; María del Carmen Cagiao advirtió de los problemas de aparcamiento en la zona de Eirís; y María Luisa Alonso solicitó que el gobierno local exigiese más músicos gallegos en la Orquesta Sinfónica con base en la ciudad.
También críticas en un pleno de siete horas
Pero no todo fueron preguntas, reclamaciones y sugerencias. También hubo críticas, como las de Ignacio Louro, que denunció la “ineficacia” del gobierno de la Marea Atlántica y alertó sobre el incumplimiento de las 25 medidas que el ejecutivo local prometió poner en marcha en los cien primeros días de mandato. La concejala de Hacienda, Eugenia Vieito, le recriminó al vecino que estuviera incluido en una lista electoral del PP, actitud que el alcalde Xulio Ferreiro reprochó a su propia edil porque “aquí puede participar quien quiera, sin importar del partido que sea”.
Fue una de las últimas intervenciones en un pleno histórico que duró casi siete horas y en el que, a pesar de las evidentes diferencias que se manifestaron entre los grupos de la Marea y del PSOE, se aprobaron una serie de mociones de los distintos grupos políticos, como una que apuesta por la lucha contra las violencias machistas, otra del BNG a favor Ría doBurgo, el mantenimiento de los puestos de trabajo de Alcoa o instar la Xunta a activar el protocolo firmado en su momento para impulsar la creación de un centro de salud en el mercado de Santa Lucía.
También se aprobó con los votos a favor de Marea, PSOE y BNG solicitar al Puerto la cesión gratuita de los terrenos de su titularidad en la Marina y de los que no hace uso portuario. La propuesta contó con el voto en contra de la bancada del PP, cuyas concejales aparecieron en el pleno con camisetas rosas en apoyo de la Carrera de la Mujer, criticada por el gobierno local -que colabora pero no participa en la organización- por repartir cosméticos y la revista Hola! entre las mujeres y por su controvertido “enfoque” lindando con el machismo. “Hoy ganan las chicas”, rezaban las camisetas.