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La huelga en Bershka paraliza cinco días sus tiendas en la provincia de Pontevedra

Concentración de trabajadoras de Bershka ante la sede de Inditex

Miguel Pardo

En esta semana, el próximo jueves, el fundador y primer accionista de Inditex, Amancio Ortega, cobrará 628 millones de euros por la última retribución del año que pagará la empresa textil a sus accionistas. Sumará así, en este año, un total de 1.256 millones en concepto de dividendos de la compañía gallega. En la misma semana, 65 trabajadoras de una de sus cadenas en la provincia de Pontevedra -el 100% de la plantilla- continúan con una huelga indefinida que suma ya cinco días y que mantiene cerrados los cinco establecimientos de Bershka en Vigo (3), Pontevedra y Vilagarcía de Arousa.

El pasado lunes, trabajadoras de esa marca en la provincia de Pontevedra se concentraron en la sede de Inditex en Arteixo (A Coruña). Trasladaron allí las reivindicaciones por las que llevan desde el pasado jueves 27 en paro, con un seguimiento total en las cinco tiendas afectadas. Reivindican acabar con la “discriminación” que denuncian al mantener unas condiciones laborales diferentes al del resto de cadenas, pero también a las que las empleadas de la misma marca tienen en otras provincias como la coruñesa. La negativa de Bershka, al igual que de Kiddy's Class, a equiparar laboralmente el personal de un territorio con el de otro fue lo que ha llevado a una convocatoria de huelga que está siendo un éxito a pesar de no aparecer apenas en los medios de comunicación.

Después de movilizarse durante varios días frente a las tiendas afectadas y tras la concentración de este pasado lunes ante la sede de la multinacional, la empresa se ha puesto en contacto con el comité de empresa para convocarlo a una reunión con la dirección de Recursos Humanos que seguía a última hora de la tarde del martes pero sin acuerdo alguno.

“Ha sido un acercamiento de posturas, pero por el momento no supone nada y nuestra huelga sigue adelante”, dice Rebeca Dicha, delegada en el comité que domina al completo el sindicato nacionalista CIG, que muestra su “satisfacción” por conseguir, al menos, “que la empresa dé un paso al frente”. “Traballo en Inditex e non chego a fin de mes (Trabajo en Inditex y no llego el fin de mes)”, gritaron como principal consigna en Arteixo.

Las diferencias de las que se quejan las trabajadoras tienen que ver con la jornada laboral, pluses y retribuciones, permisos y excedencias, lactancia, vacaciones e incapacidad permanente. Reclaman “las mismas condiciones que el resto de cadenas” del grupo textil y ponen el foco también en la precariedad que sufren. Así, recuerdan que el 90% de la plantilla trabaja a tiempo parcial, que son “obligadas” a hacer horas complementarias en lugar de ver aumentada la jornada, tal y como solicitan, que los horarios no les permiten “conciliar” con sus familias y que no pueden ni disponer de 13 días de vacaciones en los meses de verano.

Las representantes de las trabajadoras han advertido, además, de que cobran “130 euros menos” al mes que las empleadas de Bershka en la provincia de A Coruña, “por el mismo trabajo y en la misma empresa”. Una diferencia considerable en sueldos, además, precarios. “No llegamos a mileuristas”, aclaran las empleadas, que han logrado que triunfe la primera huelga en una tienda de Inditex en el Estado, con cinco días de cierre consecutivo de una de sus marcas en toda una provincia.

Ya el año pasado, y después de diversas movilizaciones, el personal en la provincia de A Coruña pactó unas mejoras que no fueron implementadas ni en estas tiendas ni en las de la Kiddy's Class en Pontevedra. “Sí se ha mejorado en otras cadenas del grupo donde se llevaron a cabo negociaciones desde principios de 2017, tal y como estaba previsto; en nuestro caso, y después de varias reuniones e intentos de desbloquear la situación mediante el diálogo, no hubo avance alguno, por lo que decidimos ir a la huelga”, explica Dicha, representante de un personal muy mayoritariamente femenino y de entre 30 y 40 años de edad.

Entre las reclamaciones, piden la consolidación en aumento de jornada del 15% del total de las horas complementarias hechas cada año en el conjunto de la provincia y siguiendo el criterio de antigüedad. También reclaman un sábado libre al mes -del que ni siquiera gozan ahora-, un máximo de tres cierres semanales o una pausa extra de diez minutos. Además, el comité reivindica mejoras, como un plus de 80 euros al mes en todas las jornadas (en 16 pagas) u otro de 50 mensuales para la jornada máxima, así como abonos en concepto de ayuda escolar o por nacimiento de hijos. También solicitan que se garanticen 14 días de vacaciones entre julio y agosto para todo el personal o permiso no retribuido, de 15 días a tres meses, para trabajadoras con antigüedad mínima de un año en la empresa.

Desde las organizaciones políticas, En Marea ha difundido el vídeo de su última movilización y el BNG ha recordado en su cuenta oficial de Twitter que “Amancio Ortega es el hombre más rico del mundo, pero las trabajadoras de Inditex no llegan a fin de mes”. “Nosotros, con las trabajadoras de Bershka!”, ha expresado para mostrarles su apoyo a una huelga durante la que también se realizaron el pasado fin de semana “acciones de compra-devolución” en tiendas de Pull&Bear, cuyos responsables llamaron a la policía, que llevó a cabo identificaciones. Ahora, el comité esperará a lo que Inditex “ofrece” en la reunión de este martes para decidir se continuar o no con el paro.

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