Las autoridades estadounidenses no van a contribuir a identificar a quienes subieron los vídeos de mujeres orinando en la fiesta de la Maruxaina, grabados sin su consentimiento, a sitios web de pornografía. El Juzgado de Instrucción número 1 de Viveiro (Lugo), que se encarga del caso, envió hace meses una petición a Estados Unidos, a donde conducían las web en las que aparecieron las imágenes, para dar con las IP -códigos identificativos- de los ordenadores, pero la respuesta del Departamento de Justicia que acaba de llegar es que no tienen acceso a la información ni pueden iniciar un proceso legal para obtenerla.
La contestación, adelantada por el diario La Voz de Galicia, dice que los servidores no están en territorio estadounidense. El abogado de la asociación Mujeres en Igualdad de Burela (Bumei), que ejerce la acusación popular, explica a esta redacción que la de identificar las IP de los ordenadores era una de las principales vías para intentar dar con los autores de los vídeos y con la identidad de quien los subió a los sitios porno. Ahora el juez podría insistir en su petición a Estados Unidos y también solicitar a otros países, en los que están alojados los servidores, que busquen las IP.
La investigación judicial está pendiente también del trabajo de la Guardia Civil para intentar identificar a los autores con otras pistas: en varios vídeos se ven algunas partes del cuerpo de quienes están grabando y se escuchan sus conversaciones. De hecho, las propias víctimas aportaron al juzgado cortes en los que se aprecian detalles que pueden ayudar. Todas las mujeres que denunciaron tras verse en estos vídeos han declarado ya ante en el juez.
La imágenes fueron grabadas en agosto de 2019 durante la celebración de la multitudinaria romería de la Maruxaina en San Cibrao (Cervo, Lugo). Los primeros vídeos que las víctimas encontraron en páginas porno eran de mujeres que habían sido captadas con cámaras dispuestas en puntos estratégicos y preparadas para activarse con el movimiento mientras orinaban en un callejón. Después aparecieron más vídeos en los que se ve a parejas practicando sexo en la playa y también escenas similares en las que se reconoce otra celebración cercana, la del Xiringüelu, en Pravia (Asturias).