Feijóo activa el ventilador en la trama Pokémon
El pasado 11 de abril Alberto Núñez Feijóo pasaba por su peor momento político como presidente de la Xunta. El diario El País publicaba las fotografías en las que aparecía compartiendo paseo estival con el narcotraficante Marcial Dorado en 1995 y la oposición y la prensa lo instaban a aclarar si el Gobierno gallego había realizado contratos con empresas del narcotraficante. En este contexto, Feijóo intentaba trasladar el incómodo foco hacia PSdeG y BNG, afirmando que “donde mayores ayudas y subvenciones” recibieron estas compañías fue “en el período 2005-2009”, durante el bipartito. En aquella primera explicación el presidente obviaba que se trataba de unas ayudas de emergencia tras unas inundaciones y que lo irregular sería no concederlas, pero activaba el ventilador dialéctico en un asunto espinoso. Este miércoles acaeció algo semejante con la operación Pokémon como argumento central.
En la primera sesión de control del período de sesiones a Feijóo se le formulaban preguntas sobre “nepotismo” y “corrupción”. El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, comenzó su intervención citando el primer discurso de investidura del actual presidente, en abril de 2009. En aquella intervención Feijóo se había comprometido a desterrar el “partidismo” y el “enchufismo” de la vida pública y el nacionalista se pregunta si forma parte de aquel compromiso “no hacer nada ante los numerosos casos de corrupción” o no “exigir el cese del concejal de Deportes de Santiago por pedirle a Vendex que despidiera a una trabajadora por cometer el delito de estar casada con un sindicalista de la CIG”. La inacción presidencial retrata, para Jorquera, la “ética” del titular de la Xunta.
“Hago mías mis palabras, todas y cada una de ellas”, evidenció Feijóo, quien más allá de reiterar que va “a actuar” cuándo conozca las “claves” del caso, se centró en que donde el Bloque “gobernó muchos años con el PSOE”, como en Santiago, “contrataban” con las “empresas que utilizaban prácticas presuntamente delictivas”. “Su bipartito había contratado 6 millones con Véndex” y el PP “114.000 euros” y con Aquagest “ustedes 15 millones y el PP, cero”, afirma, obviando algunas de las relaciones con estas compañías que figuran en el sumario. Feijóo echa mano también de contratos del período del bipartito de A Coruña y retorna por enésima vez al de la Xunta, en este caso para recopilar protestas sindicales contra las consellerías que gestionaba el Bloque. “¿Están en condiciones de darle lecciones a alguien?”, cuestionó.
Apoyo a la conselleira de Sanidade
La actitud airada de Feijóo, lejos de calmarse, fue en aumento al abordar el ascenso del marido de la conselleira de Sanidad en el hospital de Santiago, que el TSXG acaba de anular por detectar enchufismo en él. Como Jorquera, también el socialista José Luis Méndez Romeu le reclama saldar este “escandaloso caso de nepotismo” con la salida de Rocío Mosquera del Consello de la Xunta. “Hágase un favor aceptando la petición de dimisión que le presentó la conselleira”. A estas reclamaciones Feijóo respondió con su apoyo a Mosquera y un ataque a la oposición, especialmente cuando quien lo cuestionó al respecto fue Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE.
Díaz ve claro el caso de “nepotismo” y lo enmarca en el “escarnio y saqueo de la sanidad pública”, con abundantes “privatizaciones”. “Le pedimos que cese a la consejera de Sanidad”, insistió la parlamentaria, convencida de que el cónyuge de Mosquera “llegó a esa plaza por ser marido” de ella, a no ser que el presidente explique que Mosquera sigue “el modelo infanta de Borbón y no sabía nada”. Pero para Feijóo no hay motivos para dimisiones y sí para una disculpa, la que su juicio le debe Yolanda Díaz a los miembros del tribunal cuestionado. “No hay trampa ni cartón ni teorías conspiratorias”. Para el jefe del Ejecutivo, lo que está pidiendo“ Díaz es que ”tome partido por uno de los candidatos“ con los que competía el marido de la conselleira. ”¿Cuál es el suyo?“, cuestionó.
“Respete a los médicos y léase la sentencia”, insistió Feijóo, especialmente alterado después de que la viceportavoz de AGE sugiriera enlaces entre empresas concesionarias de servicios sanitarios con el actual presidente del Consejo de Estado y mentor político del presidente, José Manuel Romay Beccaría. “En relación con esas personas usted casi no puede ni balbucear”, atacó el líder de la derecha. “Pero, ¿qué broma es esta?”, se pregunta ante las críticas por las “privatizaciones”. “No le interesan para nada la verdad ni la sanidad pública”, “sus mentiras tienen 132 metros de eslora, los del flotel de Ferrol”, concluyó entre aplausos de los diputados populares.