Alberto Núñez Feijóo ha admitido que algo falló en el control de la epidemia de coronavirus en Galicia. Con los contagios disparados y una incidencia a 7 días por encima de la meda estatal -346 casos por 100.000 habitantes-, el presidente de la Xunta de Galicia aseguró este jueves que no hubo “la formación y la información debida en salud pública” dirigida a los jóvenes, en la actualidad principal vector de transmisión del virus. Su autocrítica, con todo, fue matizada, ya que incluyó en la misma a “todas las administraciones”.
Su consideración sobre los problemas en la comunicación de salud pública fue el tercero de los elementos que Feijóo considera decisivos para explicar la situación del COVID entre la población de menos edad. El primero, lo que entiende como falta de vacunas: “Se contagian más porque no tenemos vacunas”. En su versión, el dato de que España es el país de más de 20 millones de habitantes que más inmunización ha dispensado no tiene lugar. El segundo, que los jóvenes se confían porque ven a sus mayores ya vacunados. Y el tercero, la “falta de diligencia debida” para informarles.
Las declaraciones de Feijóo no abundaron en la línea de los sostenido solo un día antes por su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Este afirmó que los mozos y mozas contagiados ocultan sus contactos para evitarles las cuarentenas. El presidente gallego tampoco hizo referencia al sistema de rastreo, colapsado. Ni se adhirió a las tesis del alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, quien señaló a los médicos de atención primaria de la localidad -epicentro turístico de la ría de Pontevedra- como responsables de esta quinta ola al “desatender su trabajo y hacer política”. Los facultativos habían reclamado más medios y personal en una villa que, durante el verano, multiplica su población.
El presidente gallego midió sus palabras y, por una vez, deslizó un atisbó de autocrítica. Tras diez días consecutivos a más de mil contagios diarios, con 18.776 casos activos, 35 pacientes en cuidados intensivos, 242 en planta y dos personas fallecidas en las últimas 24 horas -2.455 desde que comenzó la epidemia en Galicia-, aseguró que “probablemente no hubo la formación e información debida en salud pública”.