El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado que a partir del próximo curso todas las escuelas infantiles serán gratuitas en Galicia. Se trata de un plan, avanzado durante el debate sobre el estado de la Autonomía, que afectará a los centros públicos y también a los privados. Feijóo asegura que su plan que sitúa a Galicia “a la vanguardia de España”.
El anuncio se ha producido durante un discurso en el que el jefe del ejecutivo gallego ha calificado la situación demográfica de la comunidad autónoma como “una calamidad”. Un problema que Feijóo ha situado como el “número uno” en sus prioridades. En ese contexto es el que se ha realizado el anuncio para convertir en gratuita la atención educativa para los pequeños de cero a tres años. Hasta la fecha, solo los segundos hijos contaban con ayudas para sufragar el gasto de las escuelas infantiles. A partir del próximo curso, la prestación será universal, al menos en Galicia.
La propuesta, según informan fuentes de la consellería de Política Social, supone que la Xunta aportará un máximo de 260 euros mensuales por cada niño a cualquier guardería privada que se quiera adherir al programa. El plan impide que los centros de titularidad privada cobren a los padres ninguna cuota por encima de ese precio. Si algún centro quiere mantener cuotas mensuales por encima de esa cifra quedaría fuera del programa anunciado por Feijóo desde la tribuna del Parlamento de Galicia. Tampoco se va a permitir, aseguran las mismas fuentes, que las escuelas privadas que cobren menos de esa cuota suban ahora sus precios para beneficiarse de la iniciativa pública.
Conflicto con los ayuntamientos de A Coruña y Vigo
La propuesta de universalizar la gratuidad de las escuelas infantiles deja fuera a los centros municipales de varios ayuntamientos que, según la Xunta, no están al corriente de sus pagos con el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar. Las localidades afectadas son A Coruña, Vigo y Betanzos, todas ellas con gobiernos del PSdeG-PSOE.
Según fuentes de la Xunta, estos tres ayuntamientos deberán asumir sus deudas si no quieren quedar fuera de la financiación autonómica que pretende costear todas las plazas de escuelas infantiles. La Xunta cifra esa deuda municipal en un montante global de 1,3 millones de euros.