Alberto Núñez Feijóo no participará en la campaña electoral madrileña. Al menos de momento, según explican fuentes del PP gallego. Ni él ni ningún otro presidente autonómico, corroboran en la organización madrileña. Isabel Díaz Ayuso no quiere apoyarse en nadie ni en nada más que en su propio y personalista proyecto. Un poco a la manera en que Feijóo ha enfocado sus últimos asaltos a las urnas: en solitario, incluso sin contar con su propio partido.
A pesar de que a menudo los analistas colocan al barón gallego en un lugar interno diferente del de Ayuso, nunca ha dudado en salir en su defensa. Tampoco en aprovechar la crisis provocada por el coronavirus para hacer oposición al Gobierno de PSOE y Podemos. Alérgico a las estridencias ideológicas, es, sin embargo, flexible. Pasa sin problemas del presunto centro derecha a los territorios que limitan con Vox. A lo largo de este año y pico de pandemia lo ha demostrado más de una vez. Habló de “acoso político” cuando transcendió que la presidenta madrileña residía en un apartamento de lujo cedido por un empresario. Y las desorbitadas críticas de Feijóo al estado de alarma aprobado por el Congreso para hacer frente a la segunda ola de coronavirus volvió a arrimar sus discursos. También el de ambos a Vox.
La última coincidencia fue precisamente en relación a la ultraderecha. Sucedió hace una semana, cuando Feijóo, al término de la reunión semanal de su gabinete, acusó de fascistas a “los que tiran piedras, no los que dan un mitin solicitando un voto democrático”. Hacía referencia a los incidentes ocurridos en un mitin de Vox en el barrio madrileño de Vallecas, en Madrid, para cargar contra los vecinos antifascistas que protestaban. Y, de paso, asumía la estrategia ayusista, aquella a la que preocupa que los de Abascal se hundan y no contribuyan a que las derechas sumen mayoría absoluta en la Asamblea de la Comunidad de Madrid.
Pero la aspirante popular, apuesta personal del líder del partido, Pablo Casado, no parece quererlo en Madrid. Ni a él ni a otros. “Es un lío”, argumentaban fuentes del equipo de Ayuso. La posición del presidente de la Xunta de Galicia dentro del PP está quizás cambiando. Al que era el barón de referencia en el debate interno de la organización, siempre amagando con la posibilidad de dar el salto a la política estatal, le ha salido una dura competidora.