Xosé Ramón Gómez Besteiro será el nuevo delegado del Gobierno en Galicia. El que fue líder de los socialistas gallegos hace una década va a sustituir en el cargo a José Manuel Miñones, recién nombrado ministro de Sanidad. Besteiro estuvo apartado de la política desde que en 2016, cuando se preparaba para medirse a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones autonómicas de aquel año, recibió seis imputaciones que terminaron archivadas. Con todos sus asuntos judiciales cerrados, vuelve a la primera línea con este nombramiento que será efectivo tras la reunión del Consejo de Ministros de este martes, según ha avanzado la Cadena Ser.
Los movimientos en cascada provocados por la salida de las ministras Carolina Darias y Reyes Maroto para ser candidatas a la alcaldía de Las Palmas y a la de Madrid, respectivamente, vuelven a dar un espacio de visibilidad a un político que la dirección del partido ve como posible candidato para buscar un cambio en la Presidencia de la Xunta de Galicia. Con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas en Galicia que, si no hay adelanto, tocan en 2024, se sitúa entre las alternativas, con el propio Miñones, un perfil discreto que acaba de dar el salto a un puesto dentro del Gobierno central.
A finales de 2022, cuando se cerró la última de las causas que Besteiro tenía pendientes con la justicia, algunos de sus compañeros se refirieron a él públicamente en los términos más elogiosos. El secretario de Organización de los socialistas gallegos, José Manuel Lage Tuñas, llevó la comparación a terreno futbolístico: “Cuando tienes a Messi hay que ponerlo a jugar”.
El actual secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, declaró ante la prensa que estaba dispuesto a apartarse para franquear el camino a Besteiro, amigo personal suyo. Lo haría “por justicia” y por “lealtad”, dijo entonces. Estas afirmaciones enredaron la madeja del liderazgo de los socialistas, que mantienen el pulso en los comicios locales, pero afrontan los autonómicos con perspectivas menos optimistas. Parecían apuntar a un acuerdo para que fuese Besteiro quien liderase la lista en las primeras elecciones gallegas tras la marcha de Alberto Núñez Feijóo. El aludido no se pronunció, la actual dirección del PSdeG se esforzó en las semanas siguientes por dejar el asunto en segundo plano y Formoso terminó por confirmar que volverá a ser candidato a la alcaldía de As Pontes (A Coruña) en mayo, que ya ocupa y que sería incompatible con la Xunta.
Besteiro (Lugo, 1967) fue el primer presidente de la Diputación de Lugo de la era pos-Cacharro (político que formó parte de Alianza Popular y del PP y que desplegó su red de poder durante décadas desde el ente provincial con prácticas definidas popularmente como caciquiles). Llegó al cargo en 2007, pero ocho años antes ya había entrado en el Gobierno municipal de la ciudad de Lugo, gestionado entonces por un bipartito de PSOE y BNG. Desde ahí fue escalando también dentro de su partido. En 2013 venció en unas primarias al entonces alcalde de A Illa de Arousa, Manel Vázquez, y se convirtió en el secretario xeral del PSdeG. Hasta que dimitió en 2016, tras ser imputado en dos investigaciones judiciales: una relacionada con una recalificación urbanística del edificio Garañón en Lugo y otra dentro de la operación Pulpo, con cargos por cohecho, prevaricación, fraude de subvenciones, tráfico de influencias y malversación.
Cargos de la actual dirección de los socialistas gallegos reivindicaron la figura de Besteiro al quedar archivadas las causas contra él. Cuando se retiró en marzo de hace siete años, a seis meses de las elecciones autonómicas en las que él iba a ser candidato, lo hizo por evitar un perjuicio a Pedro Sánchez, según Lage Tuñas. El presidente del Gobierno le había dado su apoyo y la cercanía con el político de Lugo no se ha perdido.