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El festival Outono Códax busca atraer más público joven con bandas internacionales de rock, soul y rythm & blues

El mes de noviembre está a la vuelta de la esquina y con él, como viene ocurriendo desde hace ya 14 años, llega a Santiago el Outono Códax, el festival que trae a la ciudad una muestra del mejor rock, soul y rythm & blues que se está haciendo actualmente en distintas partes del mundo. El evento ha conseguido hacerse con una clientela fiel que espera con ansiedad cada año el anuncio del cartel, tanto en Galicia como en otros lugares de la Península. Un año más no se sentirán decepcionados ya que en este año llegan artistas internacionales muy conocidos por el público musical entendido como Fantastic Negrito, Shannon and the Clams o The Courettes, entre otras.

Fran Villasenín, que codirige el festival con Javier Freire y Martín Calviño, explica que este año se ha redoblado la apuesta que ya se viene haciendo en las últimas ediciones para traer a bandas de trayectoria no tan extensa y que puedan servir de gancho para atraer a un público más joven al evento.

“En las primeras ediciones apostamos sobre todo por traer a grandes figuras del soul y el rythm&blues de los 60 y 70 que aún seguían en activo pero cada vez quedan menos y las pocas que hay no salen de gira, por esto tenemos que buscar otro tipo de bandas que, además, contribuyen a renovar al público que nos sigue”, explica Villasenín.

Pero a pesar de estos pequeños cambios, que además ya se venían realizando en los últimos años, el festival sigue contando con un público fiel que compra los abonos con mucha antelación, desde distintos puntos de Galicia y de otros lugares de España y que ya sabe que en noviembre va a poder contar con varios fines de semana en el que podrá ver a grupos de sus estilos musicales favoritos y que, además, son poco habituales en la cartelera de otros locales de conciertos de toda España.

Una vez más la sala Capitol y el Riquela Club serán los escenarios de los conciertos que arrancarán el 31 de octubre en esta última sala con la actuación del dúo británico The Courettes, una banda avalada por el prestigioso sello británico Damaged Records y que cultiva estilos como el garaje, el surf-rock o el blues, lo que supone casi una identificación perfecta con el espíritu que alienta al Outono Códax.

En las semanas posteriores pasarán por el festival bandas como los canadienses The Sheepdogs, los Tiki Phantoms, los californianos Shannon and the Clams, los británicos The Jive Aces y el cierre con Fantastic Negrito, ganador de dos premios Grammy, y Madame Bird el día 23 de noviembre, para el que ya se han agotado las entradas disponibles. En medio habrá oportunidad también para ver a bandas gallegas como Mambas Negras (21 de noviembre) que serán teloneros de Shannon and the Clams y ofrecerán su particular homenaje a la música que se escucha en las películas de Quentin Tarantino.

Cine, exposición, catas y pinchadas

Villasenín señala que además de los conciertos durante el mes de noviembre habrá diversas actividades paralelas, siempre con la música como eje principal. La sala Riquela acogerá una exposición titulada Los rostros del jazz, compuesta por imágenes coloreadas del mitíco fotógrafo y periodista estadounidense William Gottlieb y también tendrá lugar un ciclo de cine en la sala Numax, donde se podrá ver el estreno de un documental sobre la banda de rock norteamericana The Black Keys. Además, habrá catas de vinos, presentaciones de libros y pinchadas post-conciertos. Aquí puede encontrarse toda la información.

El objetivo final –según explica Villasenín– es que los que vengan a Santiago a disfrutar del festival puedan hacerlo también de una ciudad que ofrece muchas posibilidades de ocio, cultura y gastronomía “más allá del Camino de Santiago y la Catedral”. El director del Outono Códax confiesa sentirse apenado cuando ve que en los conciertos que se celebran en pubs y pequeñas salas de la ciudad apenas se ven turistas. “Tenemos una ciudad llena de gente y no se ve a estas personas en las opciones culturales que ofrece Santiago. No sé si es falta de información o a qué se debe pero es una pena”, concluye.

En cambio en el Outono Códax sí que se detecta que se está produciendo una cierta renovación del público que hace que la supervivencia del festival parezca garantizada. “Vemos a muchos veinteañeros en los conciertos de soul que organizamos y eso es muy buena señal. Nuestra filosofía podría resumirse ahora en traer a grupos que cultivan géneros clásicos pero con una trayectoria no tan larga y que atraen también a los jóvenes. También hay que destacar que tenemos la posibilidad, gracias a nuestros patrocinadores, de traer a bandas muy buenas y ofrecer precios de entradas muy inferiores a los de otros lugares ”, indica Villasenín.