El Ministerio de Fomento dice encontrarse con dificultades legales para poder realizar una nueva investigación independiente del accidente del tren Alvia de Santiago del 24 de julio de 2013, en el que murieron 80 personas y 144 resultaron heridas. La Agencia Ferroviaria Europea acaba de decir que el análisis del siniestro que realizó la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) de Fomento, que culpó sólo al maquinista, no fue independiente. Pero esa entidad fue reformada desde entonces para mejorar su independencia con el aval de la propia Unión Europea y ahora Fomento entiende que no puede pedirle que vuelva a investigar el siniestro porque atentaría nuevamente contra su independencia. Estas “dificultades legales”, como las calificó, fueron desveladas este jueves por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y confirmadas a este diario por el Ministerio de Fomento.
La Agencia Ferroviaria Europea, en un informe oculto hasta la semana pasada por presiones del Gobierno español, critica la investigación del accidente de la curva de Angrois realizada en 2013 por la CIAF, de la que considera que no fue independiente. Al conocerse esas críticas, el presidente Feijóo y el PP gallego, que siempre defendieron aquella investigación, pasaron esta semana a solicitar un nuevo análisis técnico del siniestro. Su postura la plasmaron en una declaración que no lograron sacar adelante en el Parlamento de Galicia porque AGE y BNG, con el respaldo de la plataforma de víctimas del siniestro, la consideran insuficiente. Según Feijóo, ese texto le fue enviado igualmente a la ministra de Fomento, Ana Pastor, para que conociera la postura de la Xunta y del PP gallego. La respuesta de la ministra, según el presidente gallego, fueron las citadas “dificultades jurídicas” para pedirle a un órgano ahora independiente que haga algo. “Es una comisión independiente y no sigue instrucciones del Gobierno”, justificó Feijóo.
Antes de que las víctimas pidieran y lograran de la Agencia Ferroviaria Europea un análisis sobre el trabajo de la CIAF en el caso de Angrois, la Comisión Europea ya había abierto un procedimiento de infracción contra España por su lentitud en adaptar la legislación estatal a una directiva comunitaria de 2004 que, entre otras cuestiones, exigía una CIAF independiente. No fue hasta después de la investigación sobre Angrois que España modificó la CIAF para hacerla más independiente y lograr, a principios de este año, que Bruselas así lo viese y cerrase aquel procedimiento de infracción. Por la falta de independencia de la CIAF durante varios años, confirmada por la Agencia Ferroviaria Europea en el caso de Angrois, ha anunciado el BNG este mismo jueves que presentará una denuncia contra España ante la Comisión Europea para que, bajo la amenaza de una sanción, se vuelva a realizar una investigación técnica ahora sí independiente.
Al margen de la investigación técnica y de sus posibles dificultades jurídicas, el presidente Feijóo ha insistido este jueves en la “evidencia del error humano” del maquinista en el accidente de Angrois, por “llevar un tren a 190 kilómetros por hora a tres kilómetros de la parada”, y añadió que “si hay algo más que debamos saber, queremos saberlo”. También dijo no estar interesado en responsabilizar “a los ministros de turno”, frente a políticos de otras formaciones, en referencia velada a AGE y BNG, que “sí lo hacen” y pueden con eso “ocultar a personas que pudieran tener responsabilidad en el diseño o ejecución” del AVE gallego.
En el caso del accidente de Santiago, el maquinista no frenó a tiempo antes de la curva de Angrois despistado después de recibir una llamada del interventor del tren. Adif no había instalado en las vías el sistema de control constante de la velocidad del AVE, el ERTMS, y un año antes del accidente permitió a Renfe que lo desconectara también a bordo de los trenes Alvia. Sin ese sistema, no había ningún dispositivo que pudiera paliar o evitar el error humano. Hace mes y medio la Audiencia Provincial de A Coruña, que también considera a la CIAF “no independiente”, reabrió la investigación judicial del siniestro para que, más allá del error del maquinista, se estudien posibles responsabilidades de técnicos de Adif por no analizar y tratar correctamente ese riesgo existente. Según Feijóo, al margen de las investigaciones técnicas, será la justicia la que tenga la última palabra. “Hay un sumario y habrá una sentencia”, dijo.