Los presupuestos culturales de la Xunta caen a plomo. Todas las partidas antes gestionadas por la antigua Consellería de Cultura, ahora fusionada con Educación, se desploman por los recortes derivados del cumplimiento de las estrictas doctrinas anti déficit. Todas? Todas, no. Hay, al menos, una aportación económica que en 2013 es salvada de la quema y pasa intacta por el enésimo recorte de las cuentas públicas gallegas. La Fundación Cela, nacionalizada por la Xunta en abril de 2012 tras años de degradación y mala gestión económica, agudizada tras la muerte de su fundador en 2002, año desde que asumió el control de la entidad la viuda del Nobel, Marina Castaño. Este año la ahora rebautizada como Fundación Pública Gallega Camilo José Cela obtendrá una financiación de 370.000 euros, la mayoría procedentes de las arcas públicas.
Esta cantidad es el resultado de sumar todas las subvenciones de explotación previstas en el presupuesto de la entidad, desde este año incluido en los Presupuestos Generales de la Xunta. El mayor montante procede de la Xunta y asciende a 265.334 euros, lo mismo que en 2012 y en 2011. A este dinero se suman 36.000 euros de la Diputación de A Coruña, 24.040,48 del Ayuntamiento de Padrón y 10.000 de la Diputación de Pontevedra. Como la Administración gallega, estas tres entidades locales también mantienen intacta su subvención desde, al menos, el año 2011, según datos oficiales. Así las cosas, la única parte de la financiación de la Fundación Cela que no procede de los impuestos de la ciudadanía es la denominada “otros patrocinios (amigos del museo, etc.)”, cifrada en 34.625,52 euros, 15.000 euros más que el pasado año.
La consideración de la Xunta hacia la Fundación Cela en 2013 llega después de que la entidad fuera especialmente mimada por el gabinete de Alberto Núñez Feijóo desde 2010, cuando le dio 154.000 euros a través de la entonces Consellería de Cultura, con un convenio para salvarla de la quiebra económica. Ya en 2012 la fundación fue beneficiaria de una “subvención nominativa” de la actual Consellería de Cultura y Educación por los referidos 265.334 euros, elevando así las aportaciones por encima de los 400.000 euros. Ante las críticas recibidas, el consejero y presidente de la Fundación, Jesús Vázquez, aseguraba la pasada primavera en el Parlamento que las ayudas de la Xunta “responden simplemente al compromiso con la viabilidad de este ente, que consideramos fundamental para la conservación de la obra del Nobel gallego” ante la “situación de crisis que estaba atravesando”.
Una fundación excepcionalmente mimada frente a la tijera
Para la Xunta a Fundación Cela es “una de las instituciones culturales más importantes de nuestra comunidad” y por eso “no va a ser este Gobierno lo que cometa el error de ignorar ese patrimonio”, afirmabaa Vázquez en aquella intervención parlamentaria, en la que además negaba las acusaciones de “trato privilegiado” que le lanzaba la oposición. Privilegiado o no, lo cierto es que el tratamiento recibido por la Fundación Cela tiene poco que ver con la situación económica del resto de partidas culturales de la Xunta que bajan sin excepciones. Para “dirección y servicios generales de cultura” habrá 15,5 millones, 6,3 menos que en el año anterior. También baja el montante disponible para “bibliotecas, archivos, museos y equipaciones culturales”, que pasa de 18,09 millones a 14,7 y hace lo propio el “fomento de las actividades culturales”, que se desploma desde los 21,7 millones que le correspondieron en 2012 hasta 14,9. Tampoco se libra la “protección y promoción del patrimonio histórico, artístico y cultural”, que pierde algo más de dos millones y dispondrá de 16,2 para el próximo ejercicio.