Crear una red de trabajo para construir un movimiento global de oposición a la “minería salvaje en la Galicia”. Ese es el propósito de las diversas organizaciones y colectivos que participaron en el primero Encontro Galego sobre os Impactos da Minaría, que se celebró este sábado 16 de febrero en Teo.
Pero antes de conseguir este compromiso, hubo tiempo para abordar en detalle la problemática de los impactos de la minaría desde diversos puntos de vista: jurídico, ecologista, geológico, técnico, económico y agrario. En las jornadas participaron varios expertos, que acostaron luz sobre las diferentes amenazas mineras a las que se enfrente el país en el futuro más inmediato.
La encargada de abrir la jornada fue la profesora de la Universidad de Santiago, Alba Nogueira, que centró su intervención en explicar las leyes que avalan las explotaciones mineras en Galicia y la manera de utilizar la legislación para recurrir las concesiones y licencias. Así, afirmó la necesidad de forzar la Xunta a utilizar “todas las herramientas legales de las que dispone” -informes de impacto ambiental o declaraciones de proyecto industrial estratégico- para “impedir proyectos mineros que pongan en peligro el medio ambiente, el territorio o el tejido socio-económico de los campos donde se desarrollan”.
La siguiente mesa de ponentes centró su intervención en el impacto de la minería en medio ambiente. El biólogo Serafín González, presidente de la Sociedad Gallega de Historia Natural, acercó cifras interesantes que demuestran que se está arrasando nuestro país con explotaciones mineras a cielo abierto por la permisividad política que existe hacia este tipo de actividades extractivas. No obstante, en Galicia se extrae “el 50% de la loseta para tejados del mundo”. El presidente del Instituto Universitario de Geología, Xoán Ramón Vidal Romaní, recordó que la pizarra también se extrae en países vecinos, como Francia, “donde no se hace a cielo abierto cómo en la Galicia”, sino a través de minaría subterránea, con mucho menos impacto en el contorno. Por eso, Vidal Romaní se preguntó si “realmente es necesario que produzcamos la mitad de la loseta mundial a costa de la devastación que esto supone”.
Para justificar esta sobreexplotación de efectos ecológicos y paisajísticos irreversibles, Serafín González explicó que la Cámara Minera de Galicia y la Xunta “se amparan en datos contradictorios sobre la generación de empleo y riqueza”: mientras que la primera afirma que la minaría en la Galicia mantiene 10.000 puestos de trabajo, la segunda cifra estos en 7.000. ambas mienten interesadamente, tal y como reveló el profesor de Economía de la Universidad de Santiago, Xoán Doldán, pues los datos del Instituto Galego de Estatística al respeto revelan que, en 2010, en Galicia había 4.549 puestos de trabajo relacionados con la minería, los cuales descendieron aún más en los últimos años debido al declive del sector de la construcción.
Doldán señaló que la actividad minera sólo registra los beneficios directos obtenidos de su actividad, pero en su contabilidad “no computan los costos sociales y ambientales ni a corto ni a largo plazo, gastos que siempre acaba pagando el erario público” y sufriendo las personas que viven en el radio de influencia de las minas. Tampoco computan las subvenciones públicas millonarias que llevan estas empresas, algo a lo que se opuso rotundamente Xoán Ramón Vidal Romaní, que afirmó que “deben ser las empresas mineras las que generen riqueza para Galicia con su actividad, y no Galicia la que genere riqueza para estas empresas”.
El proyecto minero para extraer oro en Corcoesto ocupó buena parte del tiempo de la atención de los participantes. Mientras que Serafín González acercó datos sobre la contaminación que generaría, el ingeniero de minas Emilio Menéndez advirtió que se trata de una explotación “a muy corto plazo y puramente especulativa, pues sólo es rentable en este rato por el pico conseguido por el precio del oro”. En este sentido, Menéndez recordó que mientras que el oro se cotiza ahora a 1.690 dólares a onza, en 2000 su precio era de 250 dólares.
Cuando la crisis económica comience a remitir, el precio del oro bajará y dejará de ser rentable a extracción en Corcoesto, por lo que su permanencia a fe que que será inferior a los diez años que promete la empresa explotadora, Edgewater Exploration. Frente a este tipo de minería especulativa y a corto plazo que extrae minerales y metales innecesarios; Menéndez abogó por una minería “sostenible en el tiempo, respetuosa con el entorno, generadora de riqueza a largo plazo y basada en la utilidad y necesidad de sus extracciones”. Lejos de esto, el proyecto para Corcoesto prevé destruir el 50% del territorio de la parroquia, imposibilitando la explotación forestal y agraria que se viene haciendo ahora en esas tierras y a escasos metros de viviendas habitadas que pasarán a ser inhabitables.
La secretaria general del Sindicato Labrador Galego, Isabel Vilalba, cerró las intervenciones advirtiendo del impacto irreversible sobre los sectores agroganaderos, y denunció la “cultura colonial” que lleva a nuestros gobiernos a fomentar una actividad económica a corto plazo y con fecha de caducidad que sólo beneficia el lucro de una empresa personal y genera unas docenas de empleos temporales; frente a otra permanente, que mantiene vivo el medio rural y de la que depende totalmente el territorio agredido porque mantiene miles de puestos de trabajo y supone el medio de vida de miles de familias. Vilalba concretó la connivencia del poder político con las empresas mineras sacando la colación a Lei do Solo, del año 2010, que autorizó las actividades extractivas en suelo de especial protección agropecuaria, hasta entonces prohibidas.
Para los ponentes, quedó claro que Galicia “se enfrenta la una problemática que se da a lo largo de todo su territorio y, de una manera u otro, afecta a toda la ciudadanía amenazando amplios espacios y sectores socio-económicos”. De ahí el compromiso de las organizaciones y colectivos participantes de cuajar un movimiento amplio y global que responda la esta problemática de manera integral. Por eso, en la próxima semana seguirán produciéndose encuentros para concretar y hacer realidad esta iniciativa.