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Las pequeñas historias de la Pokémon: el “trato de favor” de Aquagest a la portavoz del PP gallego

Los más de cincuenta tomos de la Operación Pokémon sobre los cuales ya no pesa el secreto sumarial incluyen una cantidad de hechos y sospechas difíciles de abarcar. Entre presuntos amaños de contratos, supuestas prevaricaciones o seguimientos a dinero de origen y destino dudosos se encuentran pequeños actos que, muy probablemente, no lleguen a tener relevancia penal ninguna pero permiten trazar un retrato descarnado de un modo de hacer política. Se trata de hechos de escasa dimensión si son comparados con las piezas centrales de la presunta trama pero que, a pesar de su escaso volumen, constituyen una manera de acceder o de relacionarse en el ámbito de las instituciones públicas que le resulta ajena al común de la ciudadanía. Una de las personas que incurrió en esta manera de actuar es, según la investigación, la portavoz del PP y diputada Paula Prado, que solo tuvo que comparecer en el caso en calidad de testigo.

En la segunda parte del sumario que ya no es secreta y a cuyo contenido ha tenido acceso este diario, se recoge un informe en el que Vigilancia Aduanera advierte un “trato de favor” por parte de la empresa Aquagest, concesionaria del servicio municipal de aguas de Santiago, cuando la parlamentaria aún era también miembro del Gobierno municipal. A través de las llamadas telefónicas del responsable de la compañía en la ciudad, José Luis Míguez, intervenidas por orden de la jueza Pilar de Lara, los investigadores averiguan que “Paula Prado solicitó” que le “sea restablecido” el suministro de agua a “una vecina suya”, a la que Aquagest “se lo había cortado por realizar una toma desde la que robaba” tal suministro.

“La señora estaba robando el agua antes del contador” con “impago de los consumos realizados”, dice el informe, y el propio Míguez “reconoce que la señora estaba robando el agua antes del contador”. En este contexto, al día siguiente de las elecciones autonómicas de 2012, Míguez le traslada a Prado la enhorabuena por la victoria del PP y esta “le solicita reunirse” y “quedan para verse” en un local hostelero próximo a la sede del ayuntamiento “sin concretar el tema por teléfono”. No obstante, relatan los investigadores, el propio Míguez “nos informará del tema de la conversación” a través de otra llamada a una persona llamada Marta, a la que “Míguez le dice que estuvo con Paula Prado, que Paula le estaba contando sus problemas referidos a una vecina que le pidió un favor”.

Esa misma tarde, “una vez restablecido el suministro a quien robaba el suministro de agua”, Míguez llama a Prado. “Puede llamar a la señora esa y decirle que mañana la llaman arreglándole el problema”, le anuncia, aunque también le aclara que “si hubo algún problema fue porque la señora estaba robando el agua antes del contador” en un “bajo que no estaba dado de alta”. “Si coges el agua antes del contador no te pasa por el contador y no cuenta”, afirma. “Eso tuvo que ser por error, me extraña”, replica la popular. “Bueno, si quieres te cuento todos los amigos tuyos y míos que cogen el agua antes del contador”, abunda Míguez, antes de reiterar que “ya lo tiene todo arreglado” y que a la interesada ya le van “a dar el papel que necesite, la licencia de primera ocupación”. “Tenga usted muy buena tarde, señora parlamentaria”, se despidió.

Un día más tarde, siempre según este informe, es la propia Paula Prado quien, “agradecida”, le confirma a Míguez “que el tema ese ya está arreglado, y que muchas gracias”. “Paula le dice que la acaban de llamar ahora para decirle que ya está todo en orden” y el responsable de Aquagest “reconoce que a día de hoy en las obras tienen que cambiar las acometidas y que deberían exigirle cambiar la acometida, pero que no se lo exigieron”. “Un millón de gracias, eh”. “Muchísimas veces”, responde Míguez, quien agradece que Prado “hiciera feliz a su madre” con la entrega de un “objeto”.