La decisión del Gobierno central de prohibir la caza del lobo ha desembocado en el principal motivo de fricción entre los ocho presidentes autonómicos reunidos hoy en Santiago de Compostela para abordar una posición común en financiación. Fue el cántabro Miguel Ángel Revilla quien afirmó su deseo de que el acuerdo incluyese la petición de reversión de la prohibición. Feijóo añadió que era el “único punto en que no habría consenso”. Finalmente, Revilla tuvo que ceder y aceptar que su idea no fuese incluida en la redacción final de la Declaración de Santiago.
Revilla explicó que la abolición de la prohibición de cazar el lobo era una de sus priridades. Cargó además contra “la señora de Transición Ecológica, en referencia a la vicepresidenta tercera Teresa Ribera, por incluir al lobo como especie en extinción. ”No es compatible decir que la gente vaya a vivir al pueblo y luego declarar al lobo en especie de extinción“, dijo.
Según Revilla, Cantabria comparte esta problemática junto con Galicia y Asturias, por lo que confía en buscar una posición común para reivindicar al Gobierno central. El presidente asturiano, Adrián Barbón, apostó por buscar consensos en esta cumbre de Santiago y, aquellos puntos en los que finalmente no haya consenso, sacarlo de este foro como así sucedió finalmente.