La exconselleira de Medio Ambiente de Feijóo ficha por una energética a los dos meses de dejar la política
Menos de dos meses después de anunciar que abandonaba la política, Beatriz Mato ya ha encontrado cargo empresarial. La ex-edil coruñesa, ex-líder del PP coruñés y ex-conselleira en varios gobiernos de Núñez Feijóo se incorporará a la compañía energética Greenalia para ocupar un puesto de nueva creación, el de directora de Desarrollo Corporativo y Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Tal y como ha confirmado la propia empresa de renovables en un comunicado, la ex conselleira de Medio Ambiente se incorpora a la compañía que en pocas semanas inaugurará su planta de biomasa de Curtis, una de las más grandes del Estado y uno de sus grandes proyectos, tras tramitar sus permisos y autorizaciones durante la etapa en la que Mato dirigía la Consellería.
Greenalia destaca que la labor de Beatriz Mato será “la puesta en marcha de la estrategia de responsabilidad social corporativa de la empresa” con la que la “quiere dar un paso más en la responsabilidad e implicación con su entorno, tanto en el ámbito social y ambiental como de bueno gobierno corporativo”.
La ex portavoz del PP en el Ayuntamiento de A Coruña será también “la responsable de la creación y de la dirección de la nueva Fundación Greenalia” que, según la empresa, se encargará del “apoyo a la transición energética, la inclusión y la igualdad”. Esta nueva entidad, que pasará a dirigir Mato, se pondrá en funcionamiento en este primero semestre de 2020.
Beatriz Mato, conselleira de Medio Ambiente entre 2015 y 2018, y después de ocupar la cartera de Trabajo también en la Xunta, dejó la política el pasado mes de diciembre después de que su fuerte apuesta por la alcaldía de A Coruña fracasara al no lograr superar la amplia mayoría progresista de la ciudad en las últimas elecciones locales.
Menos de dos meses después de anunciar que dejaba el palacio municipal de María Pita, Beatriz Mato ficha por Greenalia, cuya sede está situada prácticamente frente a este, en la misma plaza del centro de A Coruña.
La Xunta amplió el límite para las plantas de biomasa
La empresa energética está a tan solo unas semanas de inaugurar uno de sus grandes proyectos en Galicia, la planta de biomasa de 50 megavatios en la localidad de Curtis. La iniciativa surgió con polémica después de que en diciembre de 2016 la Xunta ampliara, en la ley de acompañamiento de los Presupuestos, de 10 a 50 MW el límite de estas plantas de biomasa.
Tan solo tres meses después, en marzo de 2017, Greenalia pide autorización ambiental para una planta en Curtis con una potencia prevista de 49,913 MW. En julio de ese mismo año, la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, María Cruz Ferreira, nombrada por la entonces conselleira Mato en noviembre de 2016, firma el informe de impacto ambiental favorable.
Un verano después, en septiembre de 2018, la política coruñesa dejó la Consellería de Medio Ambiente para centrarse en la candidatura municipal a la alcaldía en su ciudad. En las elecciones de mayo, a pesar de liderar la lista más votada, no consigue su objetivo de llegar a la alcaldía y en diciembre deja la política. Ahora, Greenalia anuncia que tendrá un cargo en su empresa y que dirigirá su fundación.
En la Ley 1/2016 de transparencia y buen gobierno se aclara, respecto de las limitaciones al ejercicio de actividades posteriores al cese de un cargo político que, durante los dos años siguientes a la fecha de este, los altos cargos “no podrán realizar actividades ni prestar servicios en entidades privadas relacionadas con expedientes sobre los cuales dictaran resolución en el ejercicio del cargo”. Beatriz Mato, a pesar de ser conselleira, no firmó ninguna de las resoluciones citadas anteriormente.
El portavoz del BNG en A Coruña, Francisco Jorquera, adelanta ya que su formación va a investigar si la ex conselleira “incurre o no en uno de los supuestos de incompatibilidades previstos por la ley”. “Parece como si Bea Mato hubiera utilizado el Ayuntamiento para intentar evitar una imagen de puerta giratoria”, dijo.
Desde Común da Esquerda o Marea Atlántica también se ha criticado lo que consideran otro caso de “puerta giratoria” evidente.
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