La proliferación de proyectos de aprovechamiento de energía eólica genera rechazo en parte del medio rural gallego, en el que se han convocado este domingo una veintena de protestas a las que han asistido en torno a 3.000 personas, según los organizadores, para pedir otro modelo en el que se preserven los ecosistemas y se garantice la coexistencia con los núcleos de población. Las 19 movilizaciones, a las que ha llamado la Coordinadora Eólica Así Non, conformada por más de 200 colectivos, se han programado coincidiendo con el Día Mundial de las Montañas.
Ha habido, informa Europa Press, concentraciones y caminatas en A Baña, A Fonsagrada, Cecebre, Foz, Meira, Monterroso, Coristanco, Mondoñedo, Moeche, Lugo, Becerreá, Vila de Cruces, Moaña, Pontevedra, Forcarei, Xinzo de Limia, Vimianzo, Cee y Xermade. En todas ellas, se ha reclamado un modelo energético alternativo al actual “impuesto por el oligopolio eléctrico”. Además, han criticado a la Xunta y al Gobierno central por “perpetuar el papel de Galicia como territorio de sacrificio” en España y Europa “en favor de las grandes ciudades o países hiperdemandantes de energía a costa de destruir el medio”.
Los principios fundamentales del nuevo modelo deben ser, sostienen, proteger la naturaleza, preservar las zonas de pesca y corredores marinos, cuidar el patrimonio cultural, priorizar el ahorro y eficiencia, defender la soberanía sobre los recursos y fomentar la participación pública. Consideran que en la actualidad hay una “invasión eólica” que amenazan valores ecológicos y que “devalúan las economías locales, perjudican la calidad de vida de las personas y degradan las comunidades rurales, el medio natural y el patrimonio”.
En todas las concentraciones se ha leído el manifiesto 'Na Defensa das Montañas. Eólica Así Non. Temos alternativa'. Entre las organizaciones participantes está el BNG. Una de sus diputadas, Noa Presas, ha instado a la Xunta y al Ejecutivo central a “escuchar a los vecinos de todo el país” y a “rectificar para alcanzar un modelo eólico que no continúe con el grave impacto ambiental, social y económico en Galicia”.