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“El nuevo ministro de Justicia me presionó cuando salí de la UVI para que no hablase mal de Renfe”

Teresa Gómez-Limón es diputada de la Asamblea de Madrid. Pertenece al grupo mixto desde que hace un mes abandonara el PP por diversos motivos, pero fundamentalmente por la negativa del que era su partido a crear una comisión de investigación sobre el accidente ferroviario de Angrois o por la “represión” sufrida por las víctimas en el acto de homenaje en Compostela, donde parte de ellas fueron vetadas tras enviarles a los antidisturbios. Gómez-Limón es una víctima del trágico siniestro ferroviario y miembro de la plataforma Víctimas Alvia 04155, una de las más activas en la lucha por depurar responsabilidades. El mismo colectivo que acaba de mostrar su “indignación y rechazo” por el “indecente nombramiento” como nuevo ministro de Justicia de Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras de Fomento en el momento del accidente, y que llegó a “presionar” a Gómez-Limón “para que no criticara a Renfe y Adif” durante su convalecencia, según denuncia esta mujer que explica con detalle su honda decepción con el Partido Popular y con el Gobierno de Mariano Rajoy.

¿Por qué esa repulsa al nuevo ministro de Justicia?

Por varias razones. La primera de ellas porque mintió siendo secretario de Estado de Fomento cuando dijo que la línea no era de alta velocidad, cuando eso era lo que decía el BOE y cuando fue lo que se demostró en sede judicial, tanto por parte de los declarantes de Adif, como por los peritos o por el propio juez. En segundo lugar porque Rafael Catalá estuvo interceptando y no facilitando la investigación judicial. El magistrado tuvo que requerir en numerosas ocasiones a Adif y a Renfe, dependientes de Fomento, para que le eviasen documentación que llegaba tarde, mal e incompleta. Él es responsable de todo esto, pero también es responsable político del desastre que se produjo porque cuando se decidió desconectar el sistema ERTMS, que pudo evitar el accidente tal y como afirmaron los peritos, él ya era secretario de Estado de Infraestructuras.

La plataforma de víctimas a la que usted pertenece también le censura algunas polémicas declaraciones...

En julio de 2013, a pocos días del accidente, afirmó en el Faro de Vigo que no podía hablar mal de la alta velocidad porque eso complicaba los negocios de España. Y esto lo hizo con los muertos aún calientes, con más de 140 personas heridas y muchas de ellas luchando entre la vida y la muerte. Fue entonces cuando hizo esas declaraciones, algo que tiene que ver con todas las víctimas, pero a mí personalmente también me ofendió.

¿Por qué?

Me llamó personalmente, cuando acababa de llegar a mi casa en Madrid después de ocho días en la UVI. Me presionó para que no hablara mal de Renfe y toda mi familia fue testimonio de eso. Me dijo que cómo era posible que una diputada del PP pudiera decir esas cosas. Y lo hizo además en un momento en el que yo estaba muy enferma y totalmente vulnerable. Mi familia se indignó, y es lógico.

¿Cuál fue su reacción entonces?

Ese señor me parece indigno. Lo que tendría que haber hecho, y ya lo solicitamos desde la plataforma hace tiempo, era dimitir de su cargo de secretario de Estado de Fomento, algo que habría pasado en cualquier país civilizado. Pero no sólo no dimitió, sino que fue ascendido a ministro y, nada más y nada menos, que de Justicia. No es una broma, es algo que sólo ocurre en España y que no pasaría en ningún país de la UE.

Desde la plataforma también dicen “temer” que el nombramiento “pueda interferir en el proceso judicial”.

Confiamos en el juez Aláez porque buscó justicia y confiamos en el de ahora también. Cuando el caso llegue a altas instancias, aquellas que dominará el Gobierno, confío en que el PP ya no gobierne. Esa es mi esperanza.

Tanto la plataforma como usted fueron también muy duros con la actitud de Núñez Feijóo en el homenaje a las víctimas en Compostela. ¿Habló con él?

Nunca he hablado con él. Me molestó su actitud, pero con esta gente del PP uno va de asombro en asombro. En el caso de aquel homenaje oficial, nosotros nos acercamos advirtiendo de que no queríamos recoger medalla alguna porque nosotros no éramos héroes, sino unos pobres engañados a los que nos habían dicho que aquel era un tren de alta velocidad, pero de alta velocidad sólo tenía la velocidad y nada más. Los héroes eran los vecinos de Angrois, los bomberos, los voluntarios... Pedimos asistir al acto y no sólo no nos dejaron entrar, sino que nos mandaron a los antidisturbios. Fue una decisión que dependía de la Delegación del Gobierno, pero si vinieron fue porque Núñez Feijóo lo aceptó, sino no los mandaban. El presidente de la Xunta es un ser indigno y son ya muchos en el PP, partido en el que gracias a Dios ya no estoy. Hicimos una carta muy dura contra su actitud, pero no contestó... Y no lo va a hacer, claro que no va a contestar.

¿Ha hablado con gente del PP para decirles todo esto a la cara?

Tuve ocasión de hablar con gente de la Asamblea de Madrid. Yo ya había pedido explicaciones a Mariano Rajoy por el tema de la Gürtel y los sobres en negro. Yo no he cobrado en mi vida ni un sobre ni nada que no fuera legal y me indignó todo aquello. La respuesta del PP fue llamarme desleal y todo eso coincidía con mi indignación por los continuos incumplimientos de programa y las mentiras a la ciudadanía, pero lo del tren fue el colmo. Su actitud y la forma de gestionar el accidente desde el minuto uno no me gustó nada. Negaron todo, negaron una comisión de investigación e incluso que hubiera fallos cuando los peritos así lo decían. En el momento que nos mandaron a los antidisturbios a Compostela, decidí irme. Entonces me sentí mal y dejé todo. Me siento muy agredida cómo ciudadana.