Organizaciones ecologistas cuelgan una pancarta contra Altri junto a la catedral de Santiago

Beatriz Muñoz

Santiago de Compostela —

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Greenpeace y Ecoloxistas en Acción han colgado en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela, junto a la catedral, una pancarta contra el proyecto de macrocelulosa que Altri quiere construir en Palas de Rei (Lugo). Los planes empresariales, que respalda el Gobierno gallego, han provocado una oleada de protestas sociales: una manifestación desbordó hace un mes la localidad lucense en la que se prevé ubicar las instalaciones, una manifestación por mar mostró la unión en la causa entre ecologistas y marineros y el próximo domingo está prevista una acción en San Caetano, la sede de la Xunta, en Santiago.

Este jueves por la mañana varios escaladores de Greenpeace se descolgaron de la balconada del museo de la catedral de Santiago y colgaron, asistidos desde la plaza por miembros de Ecoloxistas en Acción, una pancarta de fondo amarillo en la que se puede leer “Altri non”. El coordinador de Greenpeace en Galicia, Manoel Santos, señaló que la acción pretende trasladar a la Xunta -parte del Pazo de Raxoi, que está en el Obradoiro, es también sede del Gobierno gallego- el mensaje de que los efectos de la planta serán “devastadores” para Galicia: “La Xunta debe entender que Galicia ni necesita ni quiere una nueva celulosa que ponga en peligro nuestra biodiversidad, nuestra agua, nuestros sectores primarios y nuestra cohesión social”.

Santos hizo un paralelismo entre el museo de la catedral y la naturaleza de A Ulloa, la comarca en la que se implantaría Altri, como espacios que albergan patrimonio de valor. En el entorno en el que se proyecta la macrocelulosa hay “hábitats y especies exclusivas que no tienen precio y una sociedad rural que busca la armonía con el entorno, no malvivir con una industria contaminante de enclave”. Le pidió al Gobierno gallego que no ponga los intereses económicos privados por encima del bien común.

El proyecto está en tramitación y a la espera del estudio ambiental de la Xunta, aunque tanto el presidente gallego, Alfonso Rueda, como la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, se han manifestado en repetidas ocasiones en defensa del proyecto. Rueda ha asumido los argumentos de la propia empresa para responder a las críticas y sostiene que quienes están en contra de la planta alegan motivos que son falsos.

Las organizaciones ecologistas que han colgado la pancarta en el Obradoiro recuerdan que el proyecto es de grandes dimensiones -la superficie multiplica por diez la de Ence en Pontevedra-. Incluye una chimenea de 75 metros de altura -lo mismo que miden las torres de la catedral, destacan- y habrá emisiones de sustancias precursoras de la lluvia ácida como óxidos de azufre y nitrógeno. Además, el CEO de la empresa, José Soares de Pina ha reiterado que sus planes requieren de una aportación pública de 250 millones de euros para ir adelante. Aspiran a obtenerlos a través de uno de los PERTE que se financian con los fondos Next Generation. “Resulta insultante la cantidad de dinero público que Altri está pidiendo para destruir A Ulloa”, dijo Ana Freiría, portavoz de Ecoloxistas en Acción.

La movilización contra el proyecto se ha traducido ya en una cifra récord de alegaciones -unas 23.000-. Además, una petición de Greenpeace ya ha superado las 155.000 firmas en contra de la planta promovida por Altri, en asociación con el empresario maderero Manuel García Pardo -dueño de Greenalia-.