“Estaríamos ante el rascacielos más grande de España, con más de 300 metros, y uno de los cinco primeros de Europa. Disponer en Ourense del mayor rascacielos de España sería una atracción de visitantes garantizada”. Así acaba de defender este martes el Ayuntamiento de Ourense, dirigido desde las pasadas municipales por el alcalde independiente Gonzalo Pérez Jácome en coalición con el PP, la idea de levantar un rascacielos de 80 plantas con un mirador en una parcela con un largo historial de cambios urbanísticos propiedad de la Diputación de Ourense presidida por Manuel Baltar, de quien dice tener apoyo para hacerlo
Según ha comunicado este martes el bipartito local de Democracia Ourensana y PP, “Ayuntamiento y Diputación de Ourense valoran la innovadora idea” de levantar el rascacielos de 80 plantas en lugar de los seis bloques de 16 pisos cada uno previstos hasta ahora en la parcela de titularidad provincial conocida como Finca Diputación o Finca Santamariña. El Ayuntamiento no indica de dónde ha partido la “innovadora idea”, o si hay ya algún promotor por detrás de ella, pero defiende que agrupar el volumen que se puede construir en ese espacio en un único edificio en vez de en seis permitirá hacer del resto de la parcela “un súper parque, así como un espacio destinado a equipamientos deportivos que incluye una piscina climatizada”.
El terreno elegido, vecino del complejo hospitalario de la ciudad y propiedad de la entidad provincial, ha tenido a lo largo de las últimas décadas varios futuros posibles, ninguno de ellos concretado. En los últimos años Democracia Ourensana y el propio Jácome criticaron que la ordenación allí prevista, con varios bloques de considerable altura era un “pelotazo” del que hacía responsable a los “caciques” del PP, concretamente a Baltar.
Ahora, gobernando en coalición con los populares, el gobierno local que encabeza defiende que el rascacielos “sería una apuesta por el beneficio público, ya que no estamos hablando de especulaciones privadas, ya que el 80% del hipotético rascacielos sería de propiedad pública”. El Ayuntamiento también defiende que construir allí el rascacielos “no supone una agresión arquitectónica, como supondría para el actual alcalde a construcción de altos edificios en otras zonas de expansión de la ciudad, a lo que él siempre se ha opuesto”.
El comunicado del Ayuntamiento admite que el coste de eserascacielos “sería ligeramente superior a la proporción de la construcción de las 6 torres juntas, pero perfectamente aceptable para desarrollar el proyecto”. Según dice, el edificio resultante “podría acoger residencias, hoteles, oficinas públicas como el futuro centro de Inteligencia Artificial u oficinas administrativas de la Xunta y del Ayuntamiento”, y recuerda que el Gobierno gallego necesitaría de ese espacio para centralizar sus servicios en Ourense. “Algunas plantas podrían ser de uso residencial y hoteleiro”, concluye el comunicado.
Actualmente el rascacielos más alto de España es la denominada Torre de Cristal, una de las cuatro torres de similares dimensiones construidas al norte de Madrid, con 249 metros de altura y 50 plantas. Tras ellas, Benidorm acumula el mayor número de grandes edificios del Estado.