La participación en las elecciones de Galicia a las 17.00 es del 49,17% con casi el 100% de las mesas comunicadas. El dato de la tarde de este domingo está seis puntos por encima de las tres últimas convocatorias electorales: en 2020 fue del 43%, en 2016 del 42,5% y en 2012 también del 42,5%. En 2009, las elecciones recientes más disputadas, fue del 49,3%. En 2005, el año de la victoria del bipartito formado por PSdeG y BNG, la cifra a esta hora alcanzó el 46,7%.
A tres horas del cierre de los colegios electorales ya han depositado su papeleta 1.089.951 personas, con una participación que ha aumentado en todas las provincias. En Lugo y Ourense, las dos provincias que tradicionalmente votan más conservador, el incremento es de 7,86 puntos y 7,50 puntos respectivamente con respecto a 2020. En A Coruña y Pontevedra sube 5,73 puntos y 5,74 puntos, con porcentajes del 48,57% y el 49,34% respectivamente.
Cuando se mira el mapa de las grandes ciudades se puede observar que el aumento es generalizado. En Ourense y Lugo la diferencia es de diez y nueve puntos, respectivamente. En cifras similares se mueven Lalín, Ames, A Estrada y O Porriño.
En el caso de la capital, Santiago de Compostela, son casi 7 puntos más que hace cuatro años. En Vigo y A Coruña la diferencia ronda los seis puntos y medio.
Las diferencias de participación en el voto urbano y el voto rural son clave en el resultado electoral de Galicia. Los datos muestran que el voto urbano se escora más hacia la izquierda: desde 2016, en todos los comicios tanto autonómicos como generales, las candidaturas de izquierdas han superado el 50% en las poblaciones de más de 60.000 habitantes. En cambio, en los municipios de menos de 10.000 habitantes, los apoyos a las derechas han rondado o superado el 50%.
Además, el sistema electoral gallego provoca que Lugo y Ourense tengan más peso porque concede a cada provincia un mínimo de 10 diputados con independencia del número de habitantes —el objetivo es garantizar el peso político de las dos provincias menos pobladas— y, además, fija un umbral mínimo del 5% de votos que excluye a formaciones pequeñas.
Ha votado el 6,15% del censo del exterior
Además, la participación de los gallegos que viven en el extranjero —que podría tener un papel determinante en estas elecciones— es del 6,15%, según ha informado la Xunta de Galicia en rueda de prensa esta mañana. En la práctica, suponen unas 29.300 papeletas más. El recuento del voto del exterior no se conocerá hasta dentro de una semana como mínimo, el próximo 26 de febrero. El proceso podría alargarse hasta el 29 de febrero.
Este domingo a las mesas electorales llegarán también los 58.903 votos emitidos por correo. El número de papeletas enviadas por esta vía supone un 15% menos que las anteriores elecciones —que marcaron un récord histórico al ser convocadas durante la pandemia—; pero son un 36,97% más que en los últimos comicios comparables, en 2016.