Tras conocer la sentencia que le da la razón frente a la Corporación Radio e Televisión de Galicia (CRTVG), Carlos Jiménez publicó un hilo en Twitter que arranca con el recuerdo de lo mal que lo pasó el día que supo que la compañía pública le abría un expediente disciplinario. El proceso terminó con una suspensión de empleo y sueldo durante nueve días para él. El trabajador, vinculado a la radio pública gallega, llevó la sanción ante la justicia, que ahora condena a la CRTVG y considera que no ha logrado desmontar que el castigo se debió a la implicación de Jiménez en los Venres Negros, jornadas de protesta contra la “manipulación” informativa. “Es un gran triunfo para Defende a Galega -la plataforma impulsora de las movilizaciones- como adalid de la defensa de la libertad en los medios públicos y la lucha contra la manipulación”, afirma el periodista en conversación con elDiario.es.
“No lo digo yo, lo dice en la sentencia la jueza en repetidas ocasiones”, recalca. El texto del Juzgado de los Social número 1 de Santiago de Compostela desgrana todo el proceso y declara nula la sanción. Además, obliga a la compañía pública a abonarle a Carlos Jiménez los salarios que haya dejado de percibir y a pagarle una indemnización por daños y perjuicios por haber vulnerado sus derechos fundamentales. Considera que hay “indicios acreditados de modo objetivo” que permiten “inferir que la sanción está en directa relación causal y también temporal con su actividad judicial y con la manifestación de su discrepancia periodística respecto a la política informativa de la corporación”. Con los argumentos de la CRTVG, añade, “no puede excluirse de modo indubitado el propósito de represalia en su actuación sancionadora contra el trabajador”.
Los hechos empiezan en 2018. El 25 de mayo de ese año arrancaron los Venres Negros, en los que la sentencia considera acreditado que Carlos Jiménez tuvo una “activa e intensa participación”. Pocos meses después, en octubre de ese año, la CRTVG abre el expediente sancionador contra él por su participación como locutor en un programa que la compañía pública había adquirido a una productora externa. El trabajador tenía reconocida desde hace años la compatibilidad para desarrollar sus tareas en los medios públicos y hacer otros encargos para empresas privadas.
La jueza considera que “la debilidad de la prueba en relación con la falta de conocimiento de la actividad privada del actor”, junto con la “inmediatez temporal” que hay entre que empezaron los Venres Negros y el expediente, “permite concluir que la sanción es una respuesta de la entidad demandada a la actuación legal -el trabajador tuvo varios litigios en defensa de sus derechos laborales- y periodística del demandante en una relación de causa-efecto”.
Jiménez considera que es “muy importante” esta sentencia porque reconoce que se conculcaron sus derechos fundamentales y entiende que eso repara su “honor” y da sentido a haber defendido “hasta el final” sus valores. Sin embargo, cree que es “difícil” devolverle todo lo “sufrido”. El trabajador dice que espera que se disculpen ante él los responsables de la empresa, pero “parece que no están por la labor”. Agradece el apoyo de los “muchos” compañeros que se significaron en el proceso, de algunos medios que se han hecho eco de la sentencia y del Colexio de Xornalistas, pero critica que otros trabajadores de los medios públicos que están “en su sofá en vez de estar al lado de los compañeros en esta lucha”.
También reflexiona sobre la situación en la prensa privada: “Algunos medios que están un poco silenciados publicaron la información y luego la retiraron de la web. Por eso digo que queda mucho por hacer”. “Y aquí nos van a encontrar, como llevamos haciendo estas 184 semanas”, afirma. Ese es el tiempo que trabajadores de la CRTVG llevan con sus protestas de los Venres Negros. Son más de tres años de denuncia de lo que consideración una “manipulación” de las informaciones que se ofrecen en la televisión y la radio públicas gallegas.
Tras conocerse la sentencia, la portavoz del sindicato CUT -que ha respaldado a Jiménez en el proceso- en la CRTVG, Raquel Lema, destacó en un comunicado que el fallo es “absolutamente reparador”: “Un poder como el judicial declara, por primera vez, algo que las trabajadoras del medio llevamos años entendiendo, sufriendo y denunciando y que resulta especialmente grave dentro de un medio de comunicación público: que no existe libertad de expresión y que existen represalias por exigir imparcialidad informativa y pluralidad”. Considera que “lo natural” sería que en los próximos días se produzcan una depuración de responsabilidades.
Las protestas de los trabajadores se mantienen pese a la escasa receptividad de los responsables de la Xunta. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, mostró en una entrevista con elDiario.es, en marzo de 2020, su sorpresa al saber que los Venres Negros continuaban. Las quejas por el tratamiento de los contenidos informativos no son las únicas que han salpicado a los medios públicos gallegos, que engordaron en los últimos meses el listado de polémicas por contenidos machistas, como en el caso de uno de los programas estrella, que arrinconó a una joven para intentar que se reencontrase con su expareja, del que se había separado por sus actitudes controladoras. El director general de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, en el cargo desde 2009, rebajó el episodio a “un error”.