La alerta la lanzó Cáritas el pasado noviembre. Según sus datos más recientes, un total de 3.654 personas “viven en la calle de manera precaria” en Galicia. La vivienda, señalaba el director de la ONG católica en Compostela, José Anuncio Mouriño, es “una herramienta fundamental para la vida en dignidad de las personas” y por eso urgía la implicación de las instituciones públicas para atajar el problema. Indicadores como estos han llevado recientemente al grupo del PSOE en el Congreso a cuestionar al Gobierno de España por las cifras de personas sin hogar que maneja para el territorio gallego, así como las medidas que aplica para paliar su situación. Y de la respuesta se extrae que las cifras oficiales reducen a la mitad el número de personas sin casa detectadas por Cáritas.
En su respuesta a los socialistas el Ejecutivo central señala que está inmerso en la elaboración de la Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar, que parte de la “perspectiva de la necesidad de un enfoque integral de prevención e intervención” con este colectivo y de un “conocimiento” del fenómeno del “sinhogarismo”. Este plan, explica, toma como referencia la encuesta de personas sin hogar que realiza el INE, que a su vez se basa en el número de personas mayores de edad que “en la semana anterior a la de la entrevista” han sido atendidas en algún centro destinado a gente sin hogar en municipios de más de 20.000 habitantes, tales como albergues, residencias, centros de acogida, centros para demandantes de asilo, pisos facilitados por una Administración pública, una ONG u organismo“. Además, tiene en cuenta a las personas que pernoctan a la intemperie.
Pese a tener en cuenta todos estos criterios los datos más recientes de este estudio, datados en el año 2012, detectaron en Galicia 1.903 personas sin hogar, esto es, prácticamente la mitad de las registradas por Cáritas y casi un 25% más de las contabilizadas en la primera edición de la encuesta, realizada en 2005. Según esta encuesta en ese año habitaban en territorio gallego el 8,3% de las personas sin hogar de todo el Estado y la tasa de gente sin casa por cada 100.000 habitantes alcanzaba en Galicia las 133 personas, dato este sí idéntico al expuesto por Cáritas y que convierte a Galicia en la segunda autonomía con mayor valor en este registro.
Las propuestas de solución
Ante estas circunstancias las Administraciones públicas y las organizaciones humanitarias no solo discrepan en los números, sino también en las posibles soluciones al problema. Así, Cáritas va más allá del asistencialismo que se podría presuponer de esta organización e insta a atajar estas “cifras aterradoras” con una “política de vivienda que garantice el derecho y prevenga y combata la vulnerabilidad y la exclusión”. Basándose en la Carta Social Europea la ONG apuesta por una reforma “urgente” en el “ámbito del alquiler y de los procedimientos de ejecución hipotecaria”. Anima además a los gobiernos a “fomentar el alquiler social y la ocupación de viviendas vacías”.
Aunque en un tono diferente el Gobierno central, en su respuesta al PSOE, liga también la lucha contra la carencia de hogar a la política de vivienda. Así, señala que su Plan Estatal de Vivienda 2013-2016 “incluye un programa de ayuda al alquiler” como “sistema más rápido y eficaz para el acceso a la vivienda”. Su intención, asegura, es que “llegue a aquellos que más lo necesitan” y por eso calcula el subsidio “en función del nivel de renta y de la composición y del número de miembros de la unidad de convivencia”. Ese plan se aplica en Galicia a través de un convenio del Ministerio de Fomento con la Xunta, con una aportación de 128 millones de euros por la parte estatal y 4,53, por el Gobierno gallego.
En este contexto la respuesta formulada en clave más asistencial fue en su momento la de la propia Xunta por boca del presidente. Tras ser preguntado al respecto Alberto Núñez Feijóo argumentó que “Cáritas sabe” que en Galicia “los albergues tienen, todas las noches, plazas que no se utilizan”. Por este motivo ve necesario “trabajar” en el ámbito de las personas sin hogar, pero “para saber por qué si hay albergues que no se utilizan, hay gente que duerme en las calles en Galicia”. Del mismo modo, el jefe del Ejecutivo se declaró “sorprendido” por los datos, porque “no se compadecen con el dinero que se destina a gastos sociales” y a ayudas “de emergencia”.
Población atendida en centros para personas sin hogar en Galicia