José Luis Baltar Pumar, de nuevo ante los tribunales. Apenas dos años después de haber sido condenado por enchufar en la Diputación de Ourense en 2010 a 104 personas ligadas al PP a las puertas del congreso del PP ourensano en el que el baltarismo tumbó al candidato avalado por Alberto Núñez Feijóo, el antecesor y padre del actual presidente del partido y de la institución provincial tiene que volver a responder ante la justicia por su gestión del personal en aquellos años. En esta ocasión, por la presunta oferta de un puesto en la Diputación a cambio de sexo que una mujer le atribuye a José Manuel Baltar Blanco también en 2010, cuando el actual líder ya ascendía en el partido pero era su padre quien aún dirigía el gobierno provincial.
Como antaño, Baltar Pumar ha accedido a los juzgados ourensanos traspasando en silencio la nube de periodistas que esperaban por él. Al finalizar no ha sido él, sino su abogado, quien ha negado ante la prensa los presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias que le atribuye la jueza. El político jubilado, dice el letrado, ha respondido de manera “contundente” a “todo” lo que la jueza le ha preguntado y ha intentado hacerle ver que “todo esto es un chantaje por parte de una señora”, la denunciante, también investigada en la causa por presunto soborno.
El representante de Baltar Pumar basa su acusación en una de las conversaciones difundidas en exclusiva por eldiario.es, en la que la denunciante insiste en que Baltar hijo no ha cumplido su promesa de encontrarle trabajo en la Diputación. En esa grabación, ahora integrada en la instrucción del caso, el exdirigente del PP se lamenta de que en ese momento haya “gente procesada” por intermediar en una “recomendación”. Esa conversación, dice el abogado, finaliza “con un chantaje claro”.
La versión de la defensa de Baltar difiere en varios puntos de la ofrecida a la salida de los juzgados por otro abogado, Miguel Caride, que representa al partido local Democracia Ourensana tras personarse en la causa como acusación particular. El antiguo líder del PP de Ourense, asegura, sólo ha respondido a las preguntas de la Fiscalía y de la defensa -el Ministerio Público llegó a archivar el caso- y lo ha hecho para “negarlo todo”, si bien no ha señalado que haya sido mentira la conversación con la denunciante, toda vez que explicó que, mientras era presidente, era frecuente que se le “acercara mucha gente” para “pedirle favores”.
La instrucción del caso Baltar sigue adelante después de una campaña electoral en la que el presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, así como Mariano Rajoy, han compartido diversos actos y han apoyado abierta y públicamente la continuidad de José Manuel Baltar en su cargo. En esta línea, antes de la carrera electoral la dirección de los populares gallegos ya había advertido de que sólo actuarían contra quien es responsable de uno de sus fundamentales graneros de votos en caso de que fuera condenado. La anterior investigación al baltarismo por enchufes en la Diputación, la de 2014, terminó con una condena de nueve años de inhabilitación al patriarca que, al estar ya retirado, se convirtieron en una sentencia sin consecuencias prácticas.