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Baltar premia al exlugarteniente de Jácome con la vicepresidencia de la Diputación y un sueldo de 58.435 euros

58.435 euros. Ese es el sueldo que desde hoy percibirá anualmente la persona clave en el giro de guión que ha permitido al Partido Popular garantizar el mando de la Diputación de Ourense, dejándose por el camino la gobernabilidad de la tercera ciudad de Galicia, actualmente en manos de un alcalde al que ya solo le quedan dos concejales fieles. El presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, acaba de anunciar el ascenso de Miguel Caride a la vicepresidencia del órgano provincial, apeando del puesto a Armando Ojea. Sube uno de los críticos a Jácome y cae uno de los fieles. Salvo renuncia expresa al salario, el puesto supone unos ingresos mensuales de aproximadamente 3.200 euros a los que se pueden sumar otros 1.000 euros por asistencia a plenos y participación en comisiones.

El presidente provincial justificó este lunes el cambio de cromos y salarios argumentando su “pérdida de confianza” en el anterior vicepresidente. Baltar da por hecho que el movimiento confirma su mayoría al frente del organismo para el cual se seguirá apoyando en un diputado de Democracia Ourensana: Miguel Caride, exabogado del alcalde Gonzalo Pérez Jácome, ha decidido abandonar a su anterior líder, al que ha llegado a denunciar ante la Fiscalía por supuestos manejos oscuros en el dinero de Democracia Ourensana. En una entrevista concedida a elDiario.es el pasado 9 de septiembre, Jácome se refirió a Caride con las siguientes palabras. “Es un traidor, un auténtico Judas y es una persona a la que todo el mundo debería repudiar”. La formación política, de la que dependía la perpetuidad del poder hegemónico del PP en la provincia, vive dividida en dos bandos a la espera de que las investigaciones sobre Jácome avancen en la vía judicial.

Mientras tanto, el alcalde de Ourense ha decidido no ceder a las presiones y mantenerse en el cargo pese a contar tan solo con el apoyo de dos concejales. La única manera de desbloquear la situación pasa por un entendimiento entre PSOE y Partido Popular para liderar una moción de censura en la que el candidato a la alcaldía debería ser socialista, en atención a los resultados electorales de las últimas elecciones municipales. El PP no ha dado el paso y fuentes del PSOE aseguran que “la cosa va para largo”. Mientras, y como consecuencia de todo lo anterior, Baltar ha conseguido estabilizar su mando en la Diputación mientras el concello de Ourense vive instalado en el bloqueo y sin que el peso del alcalde y su escasísimo ejército sirva ni siquiera para aprobar temas para su debate en el pleno del ayuntamiento.