La comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, acaba de remitir una carta a la plataforma de víctimas del accidente del tren Alvia en Santiago en la que les informa de que su departamento ha enviado otra misiva a la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) del Ministerio de Fomento “invitándola a reabrir la investigación y llevarla a cabo con total independencia”. La petición por escrito de Bulc se suma a su pronunciamiento verbal realizado en marzo en Madrid ante el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, a favor de esa investigación pero admitiendo que la UE no puede obligar al Gobierno español, y asumiendo el argumento de éste de que a su vez no puede obligar a los investigadores.
En julio del año pasado la Agencia Ferroviaria Europea emitió un informe en el que ratificó que la investigación oficial del accidente de la curva de Angrois, que hizo al maquinista único responsable del siniestro del 24 de julio de 2013 que dejó 80 muertos y 144 heridos en Santiago, no había sido independiente porque los miembros de la CIAF eran elegidos por Fomento. Tras ese informe, el ministerio argumentó que la CIAF ahora ya sí es independiente, por lo que el Gobierno no puede pedirle ahora que reabra la investigación. La comisaria europea, en visita a Madrid el pasado 6 de marzo, asumió esa explicación del ministro y destacó que la investigación no era una competencia de la UE. La propia CIAF indicó entonces a este diario que tampoco veía datos nuevos en el caso que la llevasen a reabrirla, a pesar de que la instrucción judicial considera que Adif no analizó como debía el riesgo existente en Angrois. Una cuestión, la del análisis de riesgo, sobre la que la CIAF no se ha pronunciado.
Ahora, tras ser interpelada directamente por las víctimas en su encuentro del 6 de marzo, Bulc les contesta que asume aquel informe de la Agencia Ferroviaria Europea que criticó la investigación española y que su departamento (la DG MOVE) “ha enviado una carta a la CIAF invitándola a reabrir la investigación y llevarla a cabo con total independencia”. Sin embargo, Bulc insiste a continuación en que no está entre sus competencias realizar esa investigación sino que es competencia de España.
En la carta, Bulc también les dice a las víctimas que la línea de AVE Ourense-Santiago en la que ocurrió el accidente no tenía por qué disponer del sistema de control constante de la velocidad ERTMS, que estaba instalado pero que Adif había autorizado a desconectar a bordo de los Alvia sin que hubiese ningún otro sistema que pudiese evitar o paliar un despiste como el que sufrió el maquinista. Bulc dice que en una línea como esa el ERTMS no será obligatorio hasta 2030.
A pesar de que no era obligatorio, Adif publicitó la seguridad que el ERTMS supuestamente aportaba a la línea e informó a la UE de que lo había instalado con fondos europeos. Ahora, en la causa judicial se está investigando si Adif puso en servicio la línea con ERMTS con todos los requisitos que la normativa europea exigía para ese sistema aunque no fuese obligatorio. En su carta, la comisaria europea añade que tiene “la intención de pedir a la Agencia Ferroviaria de la UE, como una medida paralela y distinta, que elabore un informe sobre la situación de la aplicación de la normativa de la UE sobre seguridad e interoperabilidad ferroviarias en España”.