El 54% de las víctimas con coronavirus que contrajeron la enfermedad en residencias gallegas nunca llegaron a un hospital. La cifra total de muertes en pacientes procedentes de estos centros asciende ya a 39, siete más que los proporcionados esta mañana en el parte diario de la Consellería de Política Territorial. De todos ellos, 21 perdieron la vida en las residencias sin recibir atención hospitalaria. Los restantes 18 fueron atendidos en hospitales antes de morir, debido a su gravedad, según confirma la Xunta.
Las muertes de personas que viven en residencias representan uno de cada cuatro fallecimientos que se producen en Galicia y son varios los focos en centros de mayores que preocupan desde hace semanas a familiares y trabajadores. Con el caso de la residencia de San Carlos, en Celanova, en la que la desesperación que mostró durante días el personal concluyó con la intervención de la Xunta de Galicia, la Administración gallega puso en marcha varios centros para trasladar a las personas infectadas: uno en Baños de Molgas y otro en Santiago de Compostela. Dos espacios “medicalizados al máximo”, según el presidente de la Xunta de Galicia, y con un “control sanitario más intensivo”.
La intervención de la Xunta en las residencias privadas DomusVi de Barreiro, en Vigo, y Cangas se produjo el pasado lunes, después de que este centro sumase de golpe un centenar de positivos. Las familias llevaban días denunciando la situación del centro y acabaron anunciando una denuncia ante la Fiscalía.
La Xunta anunció el pasado 24 de marzo que las residencias privadas pasaban a ser centros tutelados por el Gobierno gallego. El total de contagiados en residencias, entre usuarios y personal, asciende en la comunidad autónoma a 577.