El “plan de usos” que Feijóo ha anunciado para el Pazo de Meirás parece obviar los 82 años -entre 1938 y mañana, 10 de diciembre de 2020- que este fue propiedad de la familia Franco. Al menos eso se deduce del comentario que al respecto realizó el presidente de la Xunta al término de la reunión semanal de su gobierno: “Tenemos un plan de usos. Su propietaria fue una de las figuras más importantes de nuestra cultura, de nuestra literatura y de nuestro feminismo”.
La referencia a Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851 – Madrid, 1921), a quien no mencionó por el nombre, está siriviendo a la Xunta de Galicia para contrarrestar las numerosas propuestas emanadas de partidos políticos, otras administraciones o la sociedad civil de habilitar en Meirás un centro sobre la memoria histórica. Feijóo, a quien siempre ha incomodado la cuestión y cuyo primer gabinete desmanteló el memorial antifascista de la Illa de San Simón -que había sido un campo de concentración-, llevará su propuesta a la reunión convocada este miércoles por la vicepresidente del Ejecutivo central en A Coruña.
El presidente gallego ha remitido además una carta a Pedro Sánchez en la que insiste en que debe ser la Xunta la titular del lugar. “Los gallegos que le entregaron el pazo a Franco merecen recuperarlo”, dijo solemne. Antes no había dudado en defender la inconveniencia de reclamar la propiedad y su grupo parlamentario votó en contra de iniciativas de la izquierda y el nacionalismo en ese sentido. Solo cambió de postura cuando el PP salió del gobierno en Madrid y la presión social se le hizo poco soportable. “Agradecemos que el Gobierno central iniciase las acciones reivindicadoras del pazo, pero siempre formulamos la trasferencia de su titularidad a la Xunta”, afirmó.
Lo que no cambia es el papel de fumar con el que se coge Feijóo todo lo que tenga que ver con los Franco y la dictadura. “El pazo era de una familia gallega, comprado con aportaciones de los gallegos”, expuso. En realidad, fue un bien pagado con donativos forzosos y dinero público recolectado por empresarios partidarios del golpe fascista del 36 con el objetivo de agasajar a su líder, Francisco Franco. Solo una histórica sentencia dictada el pasado septiembre reparó al fin la situación y obligó a los descendientes del dictador a devolver al Estado Meirás. Deberán hacerlo mañana, 10 de diciembre de 2020.