“Las políticas contra la violencia machista las tenemos que mejorar, no derogar”. Así se ha pronunciado este martes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en su primera comparecencia en público tras la polémica deriva de los últimos días de diversos miembros de la dirección estatal del PP que han relativizado la importancia de la violencia machista identificándola como violencia doméstica. Unas palabras directas las de Feijóo, como las de otros destacados miembros del PP gallego que están saliendo a pronunciarse sobre la cuestión, que contrasta con el doble discurso empleado por el presidente estatal del partido, Pablo Casado, que al tiempo que presenta a su formación como la que más ha hecho para luchar contra la violencia de los hombres contra las mujeres, acepta el marco del debate generado por Vox en la negociación para formar gobierno en Andalucía en el que la formación de extrema derecha reclama rebajar la protección de las mujeres frente a otras situaciones de violencia.
Este martes Feijóo, preguntado por periodistas por la negación del término “violencia machista”, evidenció que ésta “existe” y hay que luchar contra ella con “políticas que pueden ser mejores”, pero que no deben debilitarse. “Solamente dejarán de aplicarse medidas contra la violencia machista cuando no exista la violencia machista”, añadió. El presidente gallego, ante la reclamación de Vox al PP de reducir las partidas contra la violencia machista, incluso destacó que los recursos económicos que destina su gobierno autonómico a ese problema son los mayores de la historia.
En sus declaraciones, que se produjeron en una visita a una escuela infantil que fue convocada de urgencia este mismo martes después de varios días sin ningún acto de la Xunta al que acudiese el presidente, Feijóo evidenció que el PP gallego quiere distanciarse en esa cuestión del PP estatal no sólo en las declaraciones públicas, y citó el pacto contra la violencia machista conseguido por todos los grupos del Parlamento de Galicia, cuyo cumplimiento garantizó. Unas palabras que llegan un día después de que la viceportavoz parlamentaria del PP gallego, Paula Prado, centrase en esa cuestión la tradicional comparecencia de los lunes ante la prensa en el Parlamento de Galicia, retomada tras los festivos navideños en los que se produjo la polémica sobre la relativización de la violencia machista. En esa primera comparecencia en público, el principal anuncio de Prado fue que el grupo popular reactivaría de manera inmediata las conversaciones con el resto de grupos para avanzar en el diseño de nuevas medidas consensuadas contra la violencia machista, contactos que se concretarían pocas horas después. Hasta la actual reactivación del debate público sobre la cuestión, la comisión parlamentaria en la que se analizan esas políticas estaba casi inactiva desde el pasado verano a pesar de reiteradas peticiones de la oposición de que se cumpla de manera íntegra la ley gallega contra la violencia de género.
Igualmente, en esa línea de evidenciar que el PP gallego no secunda la ambigüedad de la dirección del PP estatal, también este martes se pronunció sobre la cuestión el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, presidente de la formación en la provincia de Pontevedra, quien insistió en que en ningún caso aceptará “cualquier conducta encaminada a disminuir o bajar” la protección contra la violencia machista.