Galicia echa el freno. El comité clínico que asesora a la Xunta ha decidido imponer el cierre perimetral de Santiago poco más de una semana después de haber abierto los límites al desplazamiento de sus habitantes. El progreso de los contagios por COVID asociados al puente de la Constitución y a las aglomeraciones del Black Friday han obligado al paso atrás en la capital gallega a pocos días de la celebración de la Navidad.
El comité clínico ha decidido que la capital gallega “pase a nivel medio” y quede cerrada perimetralmente. La Xunta aclarará este miércoles los detalles de la decisión y sus efectos sobre el sector de la hostelería en el pulmón turístico de Galicia que mantiene la mayoría de sus bares y restaurantes cerrados a pesar de que los límites actuales permiten la actividad.
La Xunta señala tres nuevos ayuntamientos en el nivel máximo de restricciones. Son Ribeira (A Coruña), Bueu y Baiona (Pontevedra).
Los técnicos que asesoran al Gobierno gallego han decidido también “implementar una vigilancia especial” sobre las localidades de Verín, O Barco, A Rúa, Cedeira y San Sadurniño. Las decisiones se adoptan tras varios días de incremento en el número de contagios y con un aumento sostenido en la presión de ocupación de camas de UCI.
Frente a estas nuevas restricciones, Galicia abre la mano en otros seis ayuntamientos en los que se suavizan los límites actuales. Son los siguientes: Barro (Pontevedra) , Coristanco, Cee, Laxe y Carballo (A Coruña).
Con respecto al plan de Navidad, el Gobierno gallego anuncia que será este miércoles cuando se anuncien los límites para las reuniones familiares para las que el propio Feijóo ya ha avanzado su intención de limitar a dos el número de familias que se puedan sentar a la misma mesa sin límite inicial sobre el cómputo global que las integre. Todo ello, a la espera de confirmación en la rueda de prensa que el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha anunciado para las próximas horas.