En las unidades de cuidados intensivos de los hospitales gallegos han entrado 150 pacientes con COVID-19 en los últimos siete días. Es la cifra más alta entre las comunidades y supera con mucho a la segunda: en Andalucía, que tiene tres veces más población, fueron 80 pacientes que ingresaron en las UCI en la última semana. La situación no es igual en todos los hospitales gallegos y las preocupaciones se centran en el de A Coruña, que agota su capacidad. Ante el colapso, la Xunta está ya preparando un hospital de campaña.
En la imagen se puede ver el aspecto que tenían las instalaciones de Expocoruña el pasado viernes. Hay habitáculos delimitados por cortinas y separadores y marcados con números, pero todavía vacíos. También hay mostradores para los controles de enfermería.
“Expocoruña está preinstalada”, dijo ya a mediados del mes de enero el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Respondía así a una pregunta sobre si el Gobierno gallego preveía recurrir a los hospitales de campaña. En la primera ola de la pandemia se prepararon como tales este recinto coruñés y el pabellón multiusos de Sar, en Santiago de Compostela. Ninguno de los dos llegó a ser utilizado para trasladar pacientes desde los centros médicos.
La tercera ola de la pandemia ha superado los récords de la primavera. Los últimos datos muestran que hay 1.210 enfermos en planta y 242 en unidades de críticos. A Coruña tiene las cifras más altas: 341 pacientes en hospitalización convencional y 76 en la UCI, casi un tercio de los que hay en toda Galicia.
“En A Coruña tuvimos siempre las mayores dificultades”, señaló Feijóo el 14 de enero. El lunes, en sus últimas declaraciones al respecto, retrasó hasta finales de esta semana una valoración más completa sobre las necesidades asistenciales. Admitió que el área sanitaria tiene “una presión importante” y elogió las “reordenaciones inteligentes” decididas por el personal sanitario “para evitar el despliegue de cualquier instalación temporal”.
El gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Flores, habló el pasado fin de semana sobre la situación. En una entrevista en la Radio Galega admitió que los centros del área sanitaria coruñesa están “en el límite” y tienen un margen “cada vez menor” para evitar hacer uso del hospital de campaña. Antes de eso, no obstante, se harán traslados de pacientes al hospital de Lugo, con una situación “infinitamente mejor” que el resto de áreas.