El Consello Económico e Social (CES) de Galicia es el “foro permanente de diálogo y deliberación entre los agentes económicos y sociales y la Xunta de Galicia”, según se define. Su presidenta, designada por la Xunta, es la exconselleira con Manuel Fraga y exalcaldesa de Vigo por el PP Corina Porro, pero a pesar de ser el principal órgano consultivo sobre la sociedad gallega, su pleno está compuesto mayoritariamente por hombres, 25, frente a sólo 8 mujeres. Uno reparto que no es responsabilidad del CES como tal sino de las organizaciones que forman parte de él que designan libremente a sus representantes, principalmente del empresariado, pero también de las universidades, sindicatos y cofradías de pescadores.
El pasado lunes el CES presentó un informe sobre la importancia de mejorar las infraestructuras ferroviarias de mercancías en Galicia y su pleno posó para una foto de familia con el presidente del Parlamento de Galicia, el vicepresidente de la Xunta y la Valedora do Pobo. En la imagen, con más de 40 personas, sólo hay ocho mujeres además de la presidenta del CES y de la Valedora. Y esa cifra es la de mujeres actualmente presentes en el pleno de ese organismo.
El pleno del CES está formado, además de por la presidenta y el secretario general, por tres grupos de representantes, hasta el total de 33 miembros: 11 representando a los sindicatos, 11 a la Confederación de Empresarios de Galicia y 11 por universidades, consumidores y organizaciones del mundo rural y marítimo. Es cada organización la que designa a sus propios miembros, en muchos casos replicando la paridad, o falta de ella, existente dentro de los órganos directivos de cada entidad. Y a pesar de que la composición del CES cambia varias veces al año por las propias variaciones producidas en cada una de las organizaciones presentes en él, la paridad, como en todas sus composiciones desde su creación en 1995, sigue estando lejos.
De los grupos que componen el pleno, el menos paritario viene siendo el de los representantes del mundo empresarial, con sólo una mujer frente a diez hombres en la composición actual. El siguiente menos paritario es el que agrupa a las universidades (con tres representantes masculinos y ninguna mujer, que sí había en la composición previa a la renovación el año pasado de los órganos directivos de las universidades de Santiago y Vigo) y a las organizaciones pesqueras de bajura y altura (dos hombres y ninguna mujer). En ese mismo grupo, sí es paritaria la representación de las organizaciones rurales y de los consumidores y usuarios. Algo más paritario, pero también descompensado con 5 mujeres frente a 7 hombres, es el grupo que agrupa a los sindicatos, de los que sólo UGT tiene dos mujeres y dos hombres como representantes, mientras que CIG y CCOO priman igualmente a los hombres.
A medida que en los últimos años todas esas organizaciones han ido renovándose internamente también han ido variando los nombres de sus representantes ante el CES. Pero los cambios en cuanto a paridad vienen siendo menores entre los 33 miembros titulares del pleno frente a los y las suplentes, donde han entrado más mujeres. Entre los titulares, por ejemplo, en el último año las universidades perdieron presencia femenina mientras que las organizaciones agrarias la ganaron al desaparecer Xóvenes Agricultores, que sólo tenía hombres, y ocupar sus puestos mujeres de Unións Agrarias y Sindicato Labrego Galego. Por el contrario, a pesar de registrar varios cambios en los últimos meses, los representantes de los empresarios sustituyeron a hombres por hombres, y no por mujeres.
Frente a esa situación de los miembros titulares del pleno del CES, la actual composición de los suplentes registra 18 mujeres frente a 15 hombres, pero en ella ni las siete mujeres frente a cuatro hombres de los empresarios consiguen revertir la falta de paridad total.