Ni el flotel extra previsto en el astillero de Barreras en Vigo, ni la terminal propia en el puerto exterior de A Coruña. Tampoco aquellos tres buques tanque, ni el atunero, ni el barco de apoyo a plataformas petrolíferas, ni la renovación de parte de la flota. Ni mucho menos aquellos dos quimiqueros con los que Feijóo anunciaba la ampliación de la colaboración entre la Xunta y la petrolera mexicana o aquellos siete remolcadores comprometidos con los que el Gobierno gallego echaba a andar su alianza con la empresa azteca en un lustroso acto en Compostela en 2012.
Fue el presidente de la Xunta quien, a pocas semanas de las elecciones autonómicas de aquel año, bordeó la ley electoral para solemnizar el contrato con Pemex -que nunca fue público- para la construcción de dos floteles en Galicia, en un acto para el que la TVG interrumpió su programación habitual. Más de cuatro años después, esos dos buques fueron los únicos encargos de la multinacional mexicana a astilleros gallegos: uno construido en Navantia, todavía por entregar, y otro en Barreras que zarpará hacia el país azteca este sábado.
Antes, la empresa latinoamericana compró por 5 millones de euros el 51% del astillero vigués. Desde allí, este miércoles, el director general de la firma azteca, José Antonio González Anaya, confirmó que anulaban ese segundo flotel prometido y que también aplazaban sine die una inversión de 58 millones en el puerto exterior de A Coruña para una terminal propia que ocuparía 30.000 metros cuadrados. Fueron los últimos proyectos anunciados por el Ejecutivo gallego que México se ha encargado de chafar. Como otros muchos antes, cuando el presidente de la Xunta llegó a hablar, entre promesa y promesa, de hasta veinte buques a construir en Galicia. Ahora, en el astillero vigués esperan nueva carga de trabajo. Ya no hay ninguna.
La profunda crisis por la que pasa Pemex y la bajada del precio del petróleo son las causas, según la empresa, de este cambio de planes que el propio presidente de la Xunta lleva más allá. Tal y como ha reconocido Feijóo este jueves, el director de la multinacional le ha advertido también de que no comprarán barcos y que, de precisar alguno, recurrirán a un alquiler o leasing ante su difícil situación económica, que impide cualquier inversión importante.
Preguntado por la anulación del segundo flotel, Feijóo dice que “se entiende perfectamente” y lo atribuye al “hundimiento” de los precios del petróleo, tras destacar que Pemex ingresa hoy en día “menos de la mitad” del que ingresaba cuando decidió modernizar su flota, lo que la ha llevado a “congelar” sus planes en Galicia. Con todo, el presidente de la Xunta destaca que la petrolera “seguirá participando” en Barreras, “manteniendo la inversión” y “trabajando” para que el astillero obtenga una “carga de trabajo” que ahora mismo no tiene.
“Si Barreras sólo se dedicara a hacer barcos para Pemex, no tendría futuro”, añade Feijóo, que cree que el astillero “tiene que demostrar que va a hacer barcos para otros armadores”, antes de advertir que hay posibilidades reales“ de que obtenga ”algún contrato muy superior en importe y en tonelaje“ al desaparecido flotel.
Indignación en la oposición
Desde la oposición, las reacciones son coincidentes. Creen que las malas noticias confirman que las promesas anteriores de la Xunta no tenían fundamento y que la mayoría de ellas no eran consistentes, sino parte de la campaña electoral. Así, el portavoz de Industria e I+D del PSdeG en el Parlamento, Abel Losada, asegura que la renuncia al segundo flotel y a la base de Langosteira por parte de Pemex “demuestra que la fuerza de los hechos se imponen a los esfuerzos publicitarios de Feijóo y evidencia el fracaso en su política industrial”.
Losada ha lamentado que el Ejecutivo gallego demuestre “estar más preocupado por venderle nuestros astilleros a precios de saldo a grupos foráneos que de incentivar y consolidar la industria naval gallega?. ”Mejor nos iría se se hubieran preocupado de garantizar buques y de hacer caso de nuestras advertencias en lugar de acusar los socialistas gallegos de ir contra el naval gallego cuando lo único que queremos es construir barcos“, añade.
Desde En Marea, su diputado Antón Sánchez destaca que “la realidad es que Feijóo prometió en septiembre de 2012 unos veinte buques y el incremento en el 20% del tráfico y del 15% en ingresos económicos en Punta Langosteira”. “Lo hizo en vísperas de las elecciones y empleando el naval electoralmente; si hubiera sido más prudente, podríamos ser más comprensivos, pero después de lo que hizo, una vez más su credibilidad queda en entredicho”, añade.
Además, y en referencia al argumento de la crisis que emplea Feijóo, Sánchez le recuerda que “hubo barcos que se iban a construir en Barreras que se acabaron construyendo en México”. “Lo que la petrolera hizo fue quedarse con la tecnología de aquí para luego construir en su país”, insiste quien recuerda que “de lo que se prometió a lo que finalmente queda no llega ni al 10%”. “Feijóo debería disculparse por el uso electoralista que hizo del sector naval”, dice.
Por su parte, Noa Presas, portavoz de Industria del BNG en el Parlamento, cree que las cancelaciones de proyectos en Galicia por parte de Pemex “confirman lo que el Bloque adelantó en la Cámara ya la pasada legislatura y el riesgo que para la industria gallega suponía”. “Esla crónica de una muerte anunciada”, asegura la diputada, que recuerda que Barreras “pasó de los dos millares de trabajadores del año 2000 a los 500, entre personal propio y de auxiliares, de la actualidad”.
“Al final, la estrategia de Pemex fue a absorber la experiencia de los astilleros gallegos y llevarla para fuera”, añade Presas, que insta la Xunta a actuar y denuncia su “inacción total”. “Feijóo dijo que la anterior legislatura había sido la del naval y ya vemos cómo ha sido... Miedo nos da el rural cuando dice que esta legislatura va a ser la de este sector”, añade tras advertir de lo “estratégico” del naval para Galicia y del “desmantelamiento” que está sufriendo poco a poco desde hace años. “La hoja de ruta parece clara y a menos trabajadores, menos presión social va a tener el Gobierno gallego para apostar por un sector fundamental y con futuro”, remata.
Ante esta nueva promesa incumplida por parte de Pemex, tanto En Marea, como el BNG y el PSdeG anunciaron ya una batería de iniciativas parlamentarias para que el Gobierno gallego dé cuenta del incumplimiento de los anuncios de producción naval relacionados con la petrolera mexicana.