La Xunta encargó un informe gallego a un perito, el epidemiólogo Juan Gestal, que concluye que el Club de Fútbol Fuenlabrada incumplió de forma grave la obligación que tenía de declarar urgentemente un brote de cuatro casos de COVID-19 antes de desplazarse a la ciudad de A Coruña para disputar un partido con el Deportivo. Se saltó los protocolos sanitarios vigentes en aquel momento, agrega el documento, dado a conocer este jueves.
El informe fue pedido por el Gobierno gallego para aportarlo a la causa judicial. A la espera de que la Justicia decida sobre el caso, el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, ha anunciado que la Xunta paraliza por ahora la vía administrativa y suspende temporalmente el expediente sancionador abierto contra el Fuenlabrada y contra La Liga. Las conclusiones del estudio son que había un brote en el equipo madrileño, que el club y La Liga tenían constancia del mismo antes de que parte de la plantilla viajase a A Coruña y que era obligatoria la comunicación a las autoridades sanitarias, pero se incumplió.
La COVID-19 era ya una enfermedad “de declaración obligatoria urgente” cuando ocurrieron los hechos, en julio de 2020, recoge el texto. Los servicios médicos del equipo no actuaron correctamente, puesto que tendrían que haber comunicado los positivos a Salud Pública de la Comunidad de Madrid. Entonces ya se consideraba brote cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en la que se hubiese establecido un vínculo epidemiológico.
Tanto el Fuenlabrada como La Liga lo sabían y no hicieron públicos los primeros positivos. Aunque los jugadores que se trasladaron hasta la ciudad tuvieran una PCR negativa del día anterior, esto no exime a ninguna de las dos organizaciones de una “grave negligencia de realizar el viaje”, según el informe, que apunta que los miembros del club eran contactos de positivos y podían estar desarrollando la infección.